Cinco millones, el precio de la ACB

La ACB es un club selecto donde juegan los 18 mejores equipos de baloncesto de España. Los mejores y los que tengan unos siete millones de euros. Para poder competir en una de las Ligas más potentes de Europa hay que hacer dos recorridos, uno deportivo y otro administrativo. La vía más directa para ascender es quedar campeón de la fase regular de la LEB Oro, o, si no, clasificarse entre los ocho siguientes y ganar los playoffs. Los dos equipos que logren el ascenso tendrán que pagar, según la normativa de la ACB, una cuota de entrada de tres millones de euros más el IVA correspondiente, 1,5 millones en concepto de aportación al Fondo de Regulación de Ascensos y Descensos más el IVA (que serán devueltos en caso de que el equipo pierda la categoría) y el importe de la parte alícuota de su participación en el valor patrimonial de la ACB. En total, unos cinco millones de euros que deben desembolsarse antes del 15 de junio en un pago único, además de pasar una auditoría. Un muro administrativo que no todos pueden franquear.

La crisis también ha llegado al baloncesto. Varios equipos están atravesando duras dificultades económicas. Los ejemplos más claros son los de los históricos Joventut, que lleva casi dos años en concurso de acreedores, y Estudiantes, que acaba de salir de él pero ha bajado de categoría. Hasta el momento, la ACB parecía ajena al momento tan delicado que están sufriendo la mayoría de los equipos. Sin embargo, es tiempo de ascensos y la Asociación de Clubes admite que “están estudiando un nuevo modelo económico que se adapte mejor a las circunstancias del momento”. Desde la ACB tampoco descartan que ese nuevo régimen económico se aplique este curso, pero es una “decisión que está en manos de los clubes, ya que es la asamblea general la que tiene que aprobar los cambios en la normativa”. Mientras tanto, los requisitos y las cuantías permanecen invariables.

El club canario tiene un presupuesto de 1,3 millones de euros y cuenta con el apoyo de las instituciones para recaudar el dinero

A principios de abril y falta de tres jornadas para finalizar la Liga, el Iberostar Canarias ya era campeón de la fase regular de Adecco Oro, y certificó su título con 26 victorias, cuatro más que el segundo clasificado, el Ford Burgos. El objetivo del curso se había logrado, pero quizás el año no es el más adecuado. Desde que aseguró el ascenso, el club tinerfeño busca desesperadamente el apoyo económico de las instituciones públicas y de patrocinadores para cumplir su sueño y volver a la ACB 21 años después.

Félix Hernández y Santiago Cacho, presidente y vicepresidente del CB Canarias, se reunieron el 2 de mayo en Barcelona con los altos cargos de la ACB para intentar negociar las condiciones de entrada. “No hemos logrado ningún trato preferente porque sería un agravio para los demás equipos. Sin embargo teníamos que intentarlo”, cuenta Hernández por teléfono; “sabemos que tenemos que aceptar las condiciones si queremos formar parte de este club selecto que es la ACB. Y lo vamos a conseguir”. Con un presupuesto de 1.330.000 euros en LEB Oro, la entidad canaria presume de ser un club saneado, aunque no dispone de esa cantidad para ingresar en la ACB. Hernández asegura que cuentan con el “apoyo total de las instituciones públicas y privadas”. “No va a ser fácil, pero no es imposible”, dice y añade convencido: “El año que viene vamos a competir en ACB”. Tienen hasta el 15 de junio para conseguirlo.

Mientras tanto, el Asefa Estudiantes, recién descendido por primera vez en su historia, espera impaciente que el Ibesrostar o el equipo que gane los playoffs (que todavía se están jugando) renuncien a la élite para tratar de recuperar, por la vía administrativa, la plaza de ACB que perdieron en la cancha. En caso de que los recién ascendidos no reúnan el dinero requerido, las plazas quedarían a disposición de los dos descendidos, Estudiantes y Valladolid. Si tampoco estos clubes cumplen las condiciones, la Liga Endesa quedaría reducida a 16 equipos, en vez de 18. Por el momento, el sistema está claro: el que no paga, no juega.