El Getafe huye de Europa

El Getafe y el Racing son una pareja mal avenida desde la Copa del Rey de 2008. Hoy pusieron fin a su relación en Primera con una conversación en el césped que ninguno quería concluir. Marca tú; no, mejor tú; no, venga; que sí, que no pasa nada. Así, noventa minutos de tedio, que sirvieron para que el Getafe se olvidase de cualquier posibilidad de luchar por la Liga Europa y el Racing, ya descendido, volviese a Santander con un empate más en su casillero.

El cuadro de Luis García parece empeñado en huir de la zona noble desde que goleó en casa al Sevilla. Tras caer ante Granada y Mallorca, los azulones salieron al Coliseum con vértigo, sin ganas, ante un equipo al que metían miedo solo con la mirada, la de Gavilán y Barrada, y el gobierno de Míchel. No necesitaron más que un barullo en el área, en el arranque de la segunda parte, para que Diop cometiese un penalti absurdo que transformó Miku.

Sin responsabilidades, liberado en cierta forma con el descenso a Segunda, Álvaro Cervera siguió fiel a su ideario desde que llegó al banquillo verdiblanco e improvisó un nuevo once, esta vez con Diop de segundo delantero. El senegalés, escoltado por las arrancadas de Jairo y el ímpetu, pero nada más, de Munitis, fue el protagonista de todo lo destacable del equipo cántabro: falló un penalti, provocó otro y marcó el gol verdiblanco tras un contragolpe liderado por Jairo, aliento joven para un equipo cadáver.

Al conjunto de Álvaro Cervera, que solo ha logrado tres puntos en 11 partidos al frente del equipo verdiblanco, se le está haciendo eterna la Liga, por donde se tambalea sin rumbo desde hace muchas jornadas. El Racing, con 16 empates y apenas siete puntos en la segunda vuelta, pide a gritos ser protagonista, negativo, en la temporada de los récords.