Higuaín medita su adiós

Gonzalo Higuaín medita abandonar el Madrid al final de temporada. El goleador lleva meses convenciéndose de que debe buscarse la vida en otro club. La suplencia a la que le ha relegado José Mourinho desde que recuperó a Di María de la lesión le ha reafirmado en su idea. Sabe que se ha quedado sin padrinos en un ámbito en el que conviene tenerlos para prosperar. Sospecha que la temporada que viene se quedará fuera de los planes y teme por el deterioro de su prestigio. A falta de dos años para el Mundial de Brasil, sus cálculos se aceleran. Necesita disputar muchos minutos. Necesita sentirse importante otra vez y observa que esta temporada ha jugado sólo 200 minutos más que la pasada, cuando lo operaron de una hernia discal.

Los jugadores del Madrid que cuestionan a Mourinho abiertamente se cuentan con los dedos de una mano. Higuaín es uno de ellos. El jugador llegó a recriminarle su suplencia al técnico delante de sus compañeros, durante un entrenamiento. Le recordó a Mourinho que el año pasado le había asegurado que era su delantero centro favorito y que esta temporada había faltado a su palabra de darle la importancia prometida. También le apuntó que la competencia con Benzema no tenía sentido porque podían jugar juntos. Para Higuaín, el debate sobre si el nueve debía ser él o el francés fue una construcción artificial de Mourinho en asociación con el presidente, Florentino Pérez. El competidor a quien, según el argentino, el técnico siempre quiso promocionar fue Di María.

El argentino cuestionó al técnico ante la plantilla por pretender quejarse de los árbitros

La publicación en El Confidencial de los contactos que mantiene Mourinho con Zlatan Ibrahimovic desde hace semanas contribuyen a oscurecer el porvenir madridista de Higuaín. El Pipa —y sus compañeros con él— tienen por cierto que Florentino Pérez le aprecia tan poco como al resto de los jugadores que no contrató. La teoría predominante en el vestuario es que el presidente hizo muchas concesiones a Mourinho en el verano y a cambio exigió contraprestaciones. La principal fue que recuperase a Benzema de la marginación a la que le había sometido.

A Mourinho nunca le agradó el temperamento linfático de Benzema. Hasta el verano pasado le pidió al presidente que le buscara una salida. Florentino Pérez se negó. Ganó tiempo hasta que consiguió convencer al entrenador de que debía promocionar al francés en detrimento del argentino. Lo consiguió a pesar de que Higuaín era el punta preferido por el técnico. Mourinho aceptó después de conseguir el despido de Valdano, la remoción de Juan Carlos Hernández a la cabeza del centro médico, la renovación del servicio de cocina, y amplios poderes para fichar y vender, principalmente una licencia para contratar a Coentrão por 30 millones.

Tiene un promedio de un gol cada 72 minutos,el mismo que Cristiano

Higuaín se siente huérfano de protectores. Entiende que quizá Mourinho tampoco le perdone haberse convertido en uno de los más firmes opositores a su orden de criticar sistemáticamente a los árbitros. Higuaín no sólo se negó a denunciar presuntos robos arbitrales. Además, le discutió al técnico su empeño en esta línea. Se lo protestó y le rebatió sus argumentos delante de la plantilla.

Hace un mes que Mourinho declaró que no pensaba en traspasar a Higuaín: “Es uno de los mejores delanteros del mundo y sólo un entrenador estúpido desearía que se marchara. Es muy especial para mí. No tengo ninguna intención de que Higuaín se marche de aquí”. Fue por esa época cuando el entrenador comenzó a plantearse seriamente su venta al mejor postor. Hace un año el Chelsea ofreció 40 millones por Higuaín. El PSG, el City, y, sobre todo el Juventus, aspiran a incorporarle.

Con 24 años, Higuaín tiene un porvenir espléndido. Bastan sus estadísticas: 21 goles en 1.520 minutos en Liga. Un tanto cada 72 minutos. Exactamente el mismo promedio que la Bota de Oro, Cristiano Ronaldo.