“Una celebración como esa no es propia del Barça”

En un partido reconstituyente para el Barcelona en el que Leo Messi se encontró de nuevo el acento perdido, el gesto de Guardiola tras la celebración de Alves y de Thiago en el quinto gol del partido no era precisamente de felicidad. "No son actos de jugadores del Barça, ya se lo he comentado en el vestuario. Pido disculpas a la afición del Rayo y puedo asegurar que no volverá a ocurrir", entonó el técnico tras el partido. La bronca debió ser importante ya que nada más terminar el encuentro, Alves, uno de los implicados colgó en su Twitter el siguiente mensaje: "Quería pedir disculpas a los seguidores del Rayo que se hayan sentido ofendidos, solo queríamos pasarlo bien". Una decisión que ya reprobó en el campo el capitán Carles Puyol en un gesto que borró la sonrisa de ambos jugadores.

Lejos de ese detalle Guardiola quiso valorar el esfuerzo de un equipo en rodaje de cara a la final de Copa ante el Athletic. "Un partido siempre sirve para mucho, todos sabemos que el Madrid ya es campeón, pero hoy los jugadores han corrido mucho y han hecho partido más que serio. Nos estamos preparando para el objetivo de Copa y estoy muy contento con el funcionamiento del equipo. Una línea por la que se movió también Pedro, titular y goleador en Vallecas. "Estamos con un buen tono físico y vamos a tratar prepararnos en estos partidos para llegar bien a la final. Estoy contento por marcar, por ayudar a los compañeros y me voy muy satisfecho", aseguraba el canario.

Tras conocerse el adiós de Guardiola la duda residía en el impacto que podía provocar su decisión en la plantilla, algo que Montoya, una de las novedades en el equipo titular, zanjaba tras el partido. "Este equipo es muy fuerte, puede con todo". Un pensamiento al que se sumó también Pedro. "Su comportamiento hoy sido igual que siempre. Nosotros vamos a estar con él igual que hasta ahora y su planteamiento va a seguir siendo el mismo". Igual de feliz que el canario se encontraba Afellay que volvía a un terreno de juego tras recuperarse de una lesión en los ligamentos de la rodilla izquierda que le había apartado del grupo durante siete meses. "Estoy muy feliz por volver y por haber podido jugar unos minutos", confió el holandés. Al otro lado de la euforia, José Ramón Sandoval, técnico del Rayo, se mostró desolado por el resultado. "No nos llevamos demasiado castigo, no hemos sido nosotros. Hoy no quiero ni mirarme al espejo".