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Adrián sale a joya por partido

El Atlético alcanza la final al eliminar a un desafortunado Valencia y disputará el título contra el Athletic

Adrián celebra su gol al Valencia.
Adrián celebra su gol al Valencia.PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)

Adrián López, el de los grandes goles y el del fantástico cambio de ritmo, metió al Atlético en la final de la Liga Europa, el 9 de mayo en Bucarest, contra el Athletic, justo el día en que el club colchonero cumplía 109 años. Antes, el conjunto de Simeone se aplicó con oficio y solidez ante un Valencia tan estimulante en la creación como ausente de remate, desgraciado por la lesión de Canales, que había sido su inspiración en la primera parte. Pero es el sino de Emery en los torneos de eliminación, apeado por errores propios o por aciertos ajenos, nunca acompañado por un gramo de fortuna. En un ambiente espectacular en Mestalla, el de las grandes noches, el Atlético confirmó su crecimiento defensivo desde la llegada de Simeone y la ya consabida calidad de sus delanteros. Un título al alcance para corresponder con la pasión y el orgullo infundidos por el entrenador argentino.

VALENCIA, 0 (2) – ATLÉTICO, 1 (5)

Valencia: Diego Alves; Barragán, Rami, Ricardo Costa, Jordi Alba; Albelda, Parejo (Tino Costa, m. 68); Feghouli, Canales (Mathieu, m. 59), Jonas (Aduriz, m. 57); y Soldado. No utilizados: Guaita; Maduro, Víctor Ruiz y Piatti.

Atlético: Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis; Tiago, Mario Suárez (Gabi, m. 46), Adrián, Diego (Koke, m. 84), Arda Turan (Salvio, m. 74); y Falcao. No utilizados: Asenjo, Domínguez, Perea y P. Martín.

Goles: 0-1. M. 60. Adrián amolda el balón con el pecho y suelta un disparo cruzado desde el vértice del área.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Courtois, Solado, Aduriz y Jordi Alba. Tarjeta roja directa a Tiago (m. 80).

Estadio Mestalla. 45.000 espectadores.

Lejos de pertrecharse en torno a Courtois, el Atlético quiso mirar de cerca a Diego Alves, como en el Calderón, pero con una pequeña gran diferencia. El Valencia sí disponía esta vez de futbolistas para sortear las líneas de presión. Parejo le dio una salida muy limpia a la pelota y Canales la convirtió en una amenaza constante. El interior zurdo cántabro había vuelto en un estado de forma inopinadamente óptimo después de cinco meses de baja por una lesión de ligamentos. Y había cambiado de arriba abajo el rostro de su equipo. Su presencia monopolizó el ataque y lo volcó por la orilla izquierda, donde siempre encontró la prolongación en la velocidad de Jordi Alba. Los centros de este, sin embargo, chocaron contra los zagueros atléticos: muy expeditivos tanto Miranda como Godín; sacrificados siempre Juanfran y Filipe Luis. Simeone ha echado hormigón sobre su línea de zagueros. Soldado se quedaba con la miel en los labios. Y Courtois perdía todo el tiempo posible en los saques de puerta, al menos hasta ser amonestado.

El Atlético tardó 40 minutos en arañar su primer contragolpe. Armonizado por los pases filtrados de Arda Turan, Diego Alves se jugó el físico en la salida para evitar el remate de Falcao. Jordi Alba casi acometía un marcaje individual sobre Adrián. El Valencia notó el peso de la elaboración sin premio y se cayó en los últimos cinco minutos del primer periodo. Aún así, Mestalla lo despidió con todos los honores.

Canales le había cambiado la cara a su equipo, pero volvió a caer lesionado

Respecto al choque de ida, Emery había cambiado a tres de sus centrocampistas. Al preferir a Parejo como mediocentro, el Valencia perdía la pegada de Tino Costa en la estrategia ofensiva, que lo metió en la ida en la eliminatoria, pero también lo que ganaba: más toque en la medular. Frente a las jugadas ensayadas de Emery, Simeone alistó a Godín en el eje central, más agresivo que Domínguez. El uruguayo dejó en el dique seco a Rami.

Superado por personalidad de Albelda, Mario Súarez fue sacrificado por Simeone a favor de Gabi en el descanso. El Atlético se enclaustró todavía más. Al Valencia le seguía faltando pegada y Emery pensó en Aduriz justo antes de que Mestalla se quedara helado: Canales volvió a romperse la rodilla y con él las esperanzas blanquinegras. El Atlético aprovechó el desconcierto del cambio para sentenciar. Un cambio de orientación de Diego y Adrián desplegó todos sus recursos técnicos: el control con el pecho, el bote al suelo del balón y el trallazo bombeado con el empeine. Por mucho que Albelda tratara de levantar los ánimos, la historia había tocado a su fin. El show del árbitro, que no sabía qué había señalado en unas supuestas manos de Tiago, que fueron de Tino Costa, acabó con una trifulca y la expulsión del mediocentro portugués, que se perderá la final española contra el Athletic en Bucarest. El Atlético ha vuelto a su territorio preferido.

Soldado a Tiago: “¡Te voy a matar!”

JAVIER PÉREZ | Valencia

Al borde del minuto 80, un balón sobrevuela el área del Atlético, que ya domina el marcador (0-1) y la eliminatoria. Skomina, el árbitro eslovaco del duelo, pita penalti. Ha visto una mano que da en el balón. Estalla la grada. Grita el público. Se amontonan los jugadores de ambos equipos, unos contra otros. Todo explota cuando el colegiado da marcha atrás y anula su decisión previa consulta con uno de sus asistentes. No hay penalti. Lo que hay es falta de Tino Costa y una tangana en la que Tiago le da un manotazo a Soldado. Entonces, se desatan unos segundos de extrema tensión con el portugués y el valenciano como protagonistas.

El delantero valencianista se enzarza con el medio del Atlético. Recibe una amarilla al mismo tiempo que el centrocampista ve una roja que le deja sin la final. Eso no calma al punta. “¡Te espero ahí! ¡Te espero ahí! Te voy a matar”, le grita Soldado a Tiago mientras varios compañeros intentan sujetarle y él señala el túnel de vestuarios al que se dirige su contrario, que también se marcha con la boca caliente tras discutir con el árbitro. “¡Hijo de puta!”, suelta Soldado, que se acuerda entonces del juez de línea que ha anulado el penalti: “¡Cagón de mierda!”, le espeta al tiempo que Aduriz le pide calma. Tras el partido, Soldado reflexionó: "Son cosas que no tienen que pasar, pero son momentos de tensión y es difícil controlarse".

Nada de eso presencia Canales. En el minuto 56, el cántabro, de 21 años, disputa un balón con un defensor atlético. Tras un resbalón, la rodilla derecha se queda clavada en el césped. Se repite la historia de hace seis meses, en el mismo escenario y ante el Athletic. En aquella ocasión sufrió una rotura parcial del ligamento.

7ª final española

- 1962. Copa de Ferias. Valencia - Barcelona: 6-2 / 1-1.

- 1964. Copa de Ferias. Zaragoza - Valencia: 2-1.

- 1966. Copa de la UEFA. Barcelona - Zaragoza: 0-1 / 4-2.

- 2000. Liga de Campeones. Real Madrid - Valencia: 3-0.

- 2006. Supercopa de Europa. Sevilla - Barcelona: 3-0.

- 2007. Copa de la UEFA. Sevilla - Espanyol: 2-2 (3-1 p.).

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