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Las dos fieras de la tierra

Nadal, sin problemas en la rodilla, y Djokovic debutan en la gira de arcilla arrollando 6-4 y 6-3 a Nieminen y 6-1 y 6-4 a Seppi

J. J. MATEO
Nadal, durante el partido contra Nieminen.
Nadal, durante el partido contra Nieminen.Julian Finney (Getty)

Sobre la arena de Montecarlo, las dos fieras más temibles de la tierra: Rafael Nadal (6-4 y 6-3 al finlandés Nieminen) y el serbio Novak Djokovic (6-1 y 6-4 al italiano Seppi) debutaron en la gira de arcilla mientras se miraban de reojo. El mallorquín, que reaparecía tras abandonar el torneo de Miami por una tendinitis en la rodilla izquierda, se dejó ver por su torneo fetiche sin venda que le protegiera la articulación ni contrario que pusiera a prueba sus dolores. Nieminen, el número 48, cedió su primer saque y compitió impresionado por el aura del heptacampeón, sin chispa ni problemas aparentes para moverse. Nole, por su parte, comenzó el asalto a uno de los templos de su némesis con un duelo sin aristas.

“Este es un sitio especial para mí, y, después de lo que pasó en Miami, simplemente estar aquí es una gran noticia”, explicó en las cámaras de Teledeporte el mallorquín, que lleva 38 victorias seguidas en Montecarlo y que el jueves se medirá en octavos con el kazajo Kukushkin, un tenista con argumentos. “No he llegado lo bien preparado que otros años, y tengo que ir día a día, pasito a pasito, a esperar que las cosas vayan saliendo”, cerró el número dos mundial tras ceder su saque cuando servía por el encuentro. Nadal jugó un punto corto de profundidad pero con mayor intensidad y acierto del que cabía esperar tras casi quince días sin entrenamientos. La lenta tierra le concedió el tiempo que necesitaba para colocarse y golpear sin forzar en exceso sus articulaciones.

Djokovic, ante Seppi.
Djokovic, ante Seppi.ERIC GAILLARD (REUTERS)

Al contrario que Djokovic, ya coronado en el Abierto de Australia, Nadal afronta los meses claves de su temporada. Desde Montecarlo a los Juegos de Londres 2012, el mallorquín compite las citas que decidirán su ránking y el valor que cobre este año en su currículo. El número dos mundial, que se juega el puesto, no asalta el desafío en las mejores circunstancias. Le duele una rodilla, siente en el cogote el aliento del suizo Roger Federer, el número tres, que puede arrebatarle el puesto, y corre el riesgo de ser el único tenista que compite dos torneos en uno: el que disputan todos los demás y el que le mide exclusivamente con Djokovic, que por dos veces le derrotó sobre su superficie favorita en 2011 (Madrid y Roma).

Los retos, sin embargo, son para el mallorquín terreno conocido. Nadal volvió a jugar en Montecarlo, y en la grada se apoltronaron un buen puñado de héroes, el sueco Bjorn Borg entre ellos. Nadie quiere perderse un minuto de su aventura: juega el titán de la tierra, y afronta una odisea.

Ferrer sucumbe ante Bellucci

Finalista en 2011 de un torneo que le gusta, ante un rival como Thomaz Bellucci, al que se había enfrentado en tres ocasiones con una balance de tres victorias y recientemente clasificado para la final de la Copa Davis, a David Ferrer se le enredó la raqueta en la arena de Montecarlo. 68 minutos le bastaron al tenista brasileño para atormentar 6-3 y 6-2  a un Ferrer que no encontró la manera de entrar en el partido. Ganador en Acapulco, Auckland y Buenos aires, el tenista sucumbió ante el martillo izquierdo de Bellucci, centrado en su servicio y sutil en el juego en corto, que se adueñó rápido del corte de un encuentro que pronto recogería a golpe de muñeca. Ahora se enfrentará en la siguiente ronda al holandés Robin Haase, que se deshizo del italiano Fabio Fognini por un doble 6-4.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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