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McLaren, como si nada

Pese a la victoria de Rosberg en Shanghái, la escudería británica confirma su superioridad en el inicio de curso

Oriol Puigdemont
Hamilton durante el Gran Premio de China
Hamilton durante el Gran Premio de ChinaALY SONG (AFP)

Aunque con algunos matices, la victoria que Nico Rosberg logró en el circuito de Shanghái, la primera en fórmula 1 del piloto alemán, se asemeja bastante a la que Fernando Alonso había conseguido dos semanas antes, en aquel disparatado Gran Premio de Malasia convertido en una ruleta por obra y gracia de una tormenta. En el caso de Alonso, un error de concentración de Sergio Pérez a pocas vueltas para el final evitó que el Sauber del mexicano abrasara al Ferrari del español, que finalmente pudo cruzar la meta el primero y así ponerse líder del Mundial provisionalmente. Entonces, la diferencia de rendimiento entre el monoplaza de Pérez y el de Alonso era de más de un segundo y medio por vuelta, un bochorno para la marca de Maranello, que, además, suministra los propulsores a la escudería suiza.

En cuanto al triunfo de Rosberg, esta vez fueron Jenson Button y McLaren los que se autoeliminaron de la lucha por la victoria. A diferencia de Mercedes, que optó por una estrategia a solo dos paradas, el muro del constructor de Woking estableció la de sus pilotos a tres, para, de esta forma, tratar de exprimir al máximo un último juego en el tramo final. Corría el 40º giro cuando los ingenieros del constructor de Woking (Reino Unido) llamaron a Button para afrontar el último cambio de gomas. Entonces el MP4-27 del piloto de Frome enfiló el carril de entrada, se detuvo en la zona establecida a las puertas del taller y su parada se alargó más de la cuenta, un lastre que arruinó su aspiración de convertirse en el primero en repetir un triunfo este año (ya ganó en Australia).

“Tuve que quedarme allí más de 10 segundos porque tuvimos un problema en la zona trasera. Cuando me reincorporé, me vi detrás de cuatro coches con los que, teóricamente, no tenía que estar luchando. Debía tener vía libre para poder ir a cazar a Nico”, reconoció Button, que esta vez optó por restarle importancia al error cometido, consciente de que el monoplaza que conduce le volverá a ofrecer la opción de ganar.

“De no haber recibido la penalización, creo que habríamos peleado por el triunfo”, aseguró Hamilton

El caso de su compañero aún pone más en relieve la superioridad del McLaren en este primer tramo de temporada. Hamilton, que consiguió el segundo mejor registro en la cronometrada del sábado, se vio obligado a arrancar el séptimo el domingo por culpa de la penalización que le cayó al haber cambiado la caja de cambios de su bólido antes de tiempo. A pesar de ese contratiempo, el potencial del MP4-27, combinado con la innata habilidad que el chico de Tewin posee para adelantar, le catapultó hacia los primeros puestos hasta cruzar la meta el tercero, una posición que le coloca como líder del campeonato, con dos puntos de ventaja sobre su vecino.

“De no haber recibido la penalización, creo que habríamos peleado con Rosberg, pero el tráfico que me encontré en la pista y la gran cantidad de paradas que hubo lo impidieron”, aseguró Hamilton. “¿De qué nos podemos quejar? Podemos lamentar la penalización a Lewis. De no haberla sufrido, seguramente hubiéramos controlado la carrera. Otro contratiempo fue el de Jenson, pero aún ahora creo que la estrategia de tres paradas que definimos era la acertada”, afirmó Martin Whitmarsh, director ejecutivo de la escudería. “Somos competitivos, y lo más importante es que tenemos a dos grandes pilotos. Si las cronometradas nos van un poco mejor, haremos buenas carreras”, remachó. Esa tranquilidad que desprenden sus palabras solo se explica a partir de la supremacía mecánica que le ofrece el MP4-27, una auténtica lanzadera.

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