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Duelo de supervivientes

Nadal, renqueante de una rodilla, vence 6-2, 5-7 y 6-4 a Tsonga y aguarda a Murray

J. J. M.
Nadal celebra su victoria ante Tsonga
Nadal celebra su victoria ante TsongaMIKE EHRMANN (AFP)

Fue un partido eléctrico, tenis bajo los focos en la noche de Miami: Rafael Nadal tumbó 6-2, 5-7 y 6-4 al francés Jo-Wilfried Tsonga y se citó en semifinales con el británico Andy Murray, pero antes tuvo que derrotar a otros dos demonios, enemigos sin cara y ojos pero tan temibles como la peor de las pesadillas. Primero, el número dos combatió una dolorosa tendinitis en la rodilla izquierda que impidió sus agresivos apoyos y le obligó a disparar con decisión y riesgo. Luego, como le ocurrió ante Nishikori en tercera ronda, perdió el servicio cuando sacaba por el partido, lo que a punto estuvo de costarle la derrota: Tsonga se llevó el duelo hasta la tercera manga, donde rugió (“Allez!”) convencido del triunfo. “Las victorias en estas circunstancias cuentan más”, dijo Nadal sobre sus dolores, sufridos, penados y superados durante 2h49m.

Las semifinales enfrentarán a dos supervivientes. Igual que el mallorquín debió competir entre muecas de dolor, dispuesto a morir empuñando su raqueta y sobre la pista, Murray empezó a sentir arcadas mientras competía bajo el sol y contra el serbio Tipsarevic. Para cuando el número cuatro mundial pidió la atención del médico, que le dio un par de pastillas, ya había perdido la primera manga y había entregado un break en la segunda. Sentado en el banquillo, Murray, un peligro a tres sets que se diluye en la larga distancia de los cinco, dejó síntomas de mareo, mientras abría la boca y echaba el cuerpo hacia adelante, avisando de la vomitona. Luego remontó 4-6, 6-3 y 6-4 y citó a Nadal en un partido de físicos renqueantes y corazones duros.

“Cada vez que bebía me entraban ganas de eructar”, explicó el escocés. “Antes del partido hice un test de hidratación y quizás jugué con demasiados líquidos en el estómago. Hacía tanto calor y tanta humedad…”

"Tengo que asegurarme de que me recupero", dijo Nadal; "porque Andy es un jugador que te empuja del primer al último minuto del partido".

Antes de ese cruce entre el número dos y el número cuatro, David Ferrer perdió su partido de cuartos de final contra el serbio Novak Djokovic por 6-2 y 7-6.

Azarenka ya no es invencible

En cuartos de final del torneo de Miami, la francesa Marion Bartoli derriba 6-3 y 6-3 a la bielorrusa Victoria Azarenka. No es solo una derrota en 1h37m. Es, también, el final de una estupenda racha de victorias.

La número uno mundial no conocía la derrota en 2012. Hasta el partido que le enfrentó a la tenista francesa, sumaba 26 victorias consecutivas que le habían valido para encaramarse al trono del tenis femenino y conquistar, entre otros títulos, las coronas del Abierto de Australia e Indian Wells.

"Marion ha merecido la victoria, nunca la había visto jugar así de bien", concedió Azarenka. "Todas las pelotas me volvían más fuerte de lo que yo las había golpeado y, además, a la línea. No me ha parecido que fuera humana... Y yo no soy una supermujer. Físicamente no estaba bien. Esto tenía que llegar".

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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