Sanciones mínimas al Madrid
Pepe y Rui Faria, suspendidos por dos partidos y Mourinho y Özil por uno Competición califica las palabras del central de menosprecio, no de insulto Retirada la primera tarjeta a Ramos
El Comité de Competición sancionó con dos partidos de suspensión a Pepe y Rui Faria y con uno a José Mourinho y Özil por sus expulsiones e insultos al árbitro Paradas Romero en el partido entre el Villarreal y el Madrid del pasado miércoles. Apelación desestimó todos los recursos presentados por el club blanco. Tras esta decisión, Mourinho no podrá contar hoy ni con Pepe ni con Özil para enfrentarse a la Real Sociedad en el Bernabéu (20.00, Canal+ Liga). Tampoco jugará Lass, que cumple sanción por acumulación de cinco amonestaciones. En cambio, Ramos sí podrá ser alineado al quitarle Competición, por un defecto de forma en la redacción del acta, la primera de las tarjetas amarillas que vio en El Madrigal. Paradas escribió que Ramos fue amonestado en el minuto 52 “por infringir persistentemente las reglas del juego”. Al no quedar especificada la infracción, el comité le restó la tarjeta que, sumada a la segunda que vio en el minuto 82, le habría supuesto un partido de sanción.
Pepe fue castigado con dos partidos por decirle al árbitro: “¡Vaya atraco, hijo de puta!”. En su caso, el organismo disciplinario estimó que “hijo de puta” no es un insulto, sino un menosprecio o una desconsideración. De haber entendido que se trataba de una frase injuriosa o una ofensa, el central podría haber sido sancionado con entre cuatro y 12 partidos, tal y como recoge el artículo 94 del Código Disciplinario. “El comité ha llegado a la conclusión de que no es un insulto y no hay que dar más explicaciones”, explicó a este periódico Alfredo Flórez, el presidente de Competición.
LA NORMA
El artículo 94 del Código Disciplinario de la Federación Española dice: "Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro... se sancionará con suspensión de cuatro a 12 partidos".
El artículo 117 dice: "Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración... se sancionará con suspensión de dos a tres partidos".
A Pepe se le aplicó el artículo 117, que versa sobre “actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros”, cuyas sanciones van de dos a tres partidos. Fue castigado con la menor: dos encuentros y 600 euros de multa. No es la primera vez que Competición considera que “hijo de puta” no es un insulto. Miguel, del Valencia, en enero de 2009, y Apoño, en 2010, por entonces en el Málaga, también usaron esa expresión y el comité utilizó la misma doctrina que con Pepe. Además del partido de hoy, el luso no jugará ante Osasuna en el Reyno de Navarra. Su nombre volvió a la mesa de Competición tras la sanción de 10 partidos por los puñetazos y las patadas que propinó a Casquero y Albín en abril de 2009 en un Madrid-Getafe.
Rui Faria, el segundo de Mourinho, fue expulsado por aplaudir una de las decisiones del colegiado en señal de burla. Él también es reincidente. Regresaba a los banquillos después de cumplir tres partidos de sanción por haber sido expulsado ante el Rayo Vallecano. Es la cuarta vez que le sucede esta temporada
Por su parte, Mourinho y Özil recibieron un encuentro de castigo y 600 euros de multa, ambos tras ser expulsados por protestar. Özil fue echado del terreno de juego “por aplaudir en forma de mofa” una decisión arbitral y Competición consideró que eso es “un gesto público ofensivo”.
No es la primera vez que Competición considera que “hijo de puta” no es un insulto.
En el caso de Mourinho, Paradas Romero hizo constar en el acta que amonestó dos veces al entrenador madridista “por salir del área técnica haciendo observaciones” a sus decisiones. Mou, como Pepe y Rui Faria, no es nuevo en estas lides. Ha sido sancionado por comportamientos antideportivos en todas las competiciones que ha disputado con el Madrid. Hasta ahora acumulaba 10 partidos de suspensión, entre otras razones por cuestionar a la UEFA y una Copas de Europa ganada por el Barcelona de Pep Guardiola, por introducir un dedo en el ojo de Tito Vilanova o por mandar “a la mierda” a Paradas en un partido de Copa ante el Murcia. Las cámaras de Cuatro recogieron que el técnico portugués, en El Madrigal, también había llamado dos veces “hijo de puta” a Paradas. Este hecho quedó sin sanción porque no fue recogido en el acta.
Enfrascado en la pelea por el título, pero metido a destajo en los despachos disciplinarios, el Madrid siguió ayer en la ley del silencio. Ni Mourinho ni Aitor Karanka comparecieron en rueda de prensa. Al respecto, Guardiola no quiso pronunciarse cuando los periodistas le preguntaron por ese silencio. “Cada uno hace lo que siente y cree que debe hacer. No me gusta que me den lecciones y tampoco debo darlas yo a los demás. Igual algún día no vengo”, bromeó.
Por otra parte, Competición archivó el expediente abierto a Piqué como consecuencia de la denuncia presentada por el Comité Técnico de Árbitros, que entendía que el defensa del Barça había faltado al respeto al estamento arbitral al decir que su expulsión ante el Sporting fue premeditada.
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