Los Bulls desempolvan su historia

Orlando Magic, el cuarto mejor equipo de la temporada de la NBA, el conjunto donde juega la estrella Dwight Howard, apodada Supermán, se quedó seco ayer. Ni 60 puntos anotaron los Magic, sino que se quedaron en 59 (18 anotó Howard), una marca más propia del baloncesto europeo, o de cierto baloncesto europeo. Chicago Bulls no se esperaba tan poca resistencia porque no se había encontrado con un rival tan cegado ante el aro desde los tiempos en que jugaba Michael Jordan. Hasta ayer habían pasado 14 años, más de mil partidos, desde que el 5 de diciembre de 1997 Milwaukee Bucks se quedara en 62 puntos ante un equipo a punto de alcanzar su cénit y, de paso, el sexto anillo en ocho temporadas. Ayer, Orlando Magic, tercero en la Conferencia Este, cuyo promedio de anotación esta temporada supera los 93 puntos por partido, se quedó tres puntos por debajo. Un balance casi humillante para un equipo con aspiraciones de campeón, justo lo que no eran los Bucks de la temporada 1997-1998.

La defensa es el ingrediente esencial en la receta del éxito de Tom Thibaudeau

Aquella temporada fue la del sexto y último anillo conseguido por los Bulls, la última completa de Michael Jordan, la de la marcha de Phil Jackson y la última de Pippen en el equipo. Chicago Bulls fue el mejor equipo no solo en los play-offs, sino también en la temporada regular, con una deslumbrante marca de 62 victorias y 20 derrotas. Desde entonces, el equipo de Illinois ha penado durante años el desmantelamiento de aquel conjunto acometido por el entonces mánager general, Jerry Krause, hasta que este curso, por fin, el equipo joven parece ya maduro para asaltar el trono, hasta el punto de permitirse intimidar a los ataques más pintados. La defensa es el ingrediente esencial en la receta del éxito de Tom Thibodeau, técnico de los Bulls y, después de la victoria de ayer, el más joven en llegar a las 100 victorias en la NBA. Chicago es el segundo equipo que menos puntos recibe, solo por detrás de Philadelphia: apenas 88 por partido. Con esta marca defensiva, ayer soportada sobre los hombros de Deng, Noah y Boozer, Chicago es el mejor equipo de la temporada, con 38 victorias y 10 derrotas. La de ayer, conseguida sin Derrick Rose, fue probablemente más dolorosa para el rival que dulce para el vencedor.

La marca negativa de ayer deja mal parados a Orlando Magic y a Dwight Howard porque ocurre que el peor equipo de la temporada regular suele ser también el menos anotador. Charlotte Bobcats solo ha conseguido siete victorias en 44 partidos disputados, en los que ha anotado una media de 87,7 puntos por partido. Pero los Bobcats no son los Magic, uno de los equipos más potentes del campeonato, sumidos ahora en una desconcertante racha que les ha llevado a perder los últimos tres encuentros y, lo que es más desconcertante aún, a no superar los 20 puntos de anotación en ninguno de los seis últimos cuartos disputados. Orlando Magic, el tercer mejor equipo de la Conferencia Este, cuarto en toda la NBA, se quedó ayer a casi 30 puntos de la media de los Bobcats, y eso es demasiado para un conjunto que aspira a ser el mejor. Tanto como para batir un récord de los tiempos de Jordan.