Ferrari está muy lejos

Si algo se constató en el Gran Premio de Australia fue que Ferrari está muy lejos de la cabeza del Campeonato del Mundo. La quinta posición final de Fernando Alonso es una entelequia, un resultado que puede llevar a engaño, porque la realidad es muchísimo más cruda. No puedo establecer con exactitud a cuántas décimas de segundo está la escudería de Maranello de la de Woking y del equipo austriaco, pero parece claro que deberá trabajar mucho y bien para alcanzarles en las próximas carreras. Su problema, además, es que han surgido dos equipos que pueden interponerse entre ellos y los Red Bull y los McLaren: Mercedes y Lotus.

Ferrari apostó por un coche totalmente innovador en el que destacan unas suspensiones agresivas y novedosas que deberían permitirles dirigir mejor todo el flujo de aire desde delante hacia atrás y bajar el centro de gravedad. Su cambio fundamental es que han introducido suspensiones pull-rod tanto delante como detrás. Todas las demás escuderías utilizan el pull-rod en la suspensión trasera y el push-rod en la delantera. ¿Qué significa todo eso? Con el push-rod se trabaja en compresión y se requiere una sección muy sólida y fuerte y grande para poder soportar los esfuerzos. Con el pull-rod se trabaja en extensión, es decir tirando, y la sección del tirante puede ser mucho más pequeña, hasta el punto de que podría sostenerse con un simple cable de acero. Eso hace que el flujo de aire sea más limpio.

Esta solución les ha mejorado la aerodinámica y les permite ahora calentar mucho mejor los neumáticos. La solución es arriesgada y efectiva. Pero les quedan algunos flancos por pulir y en el equipo se está comentando incluso que podrían modificar partes del chasis para resolver sus problemas de aerodinámica y velocidad punta. Lo más probable es que se refieran a la parte del morro delantero, lo que les obligaría a pasar un nuevo crash-test. Aunque no se trataría de una modificación crucial, podría acercarles más a los de delante.

El duelo entre McLaren y Red Bull será tan igualado que el ganador puede cambiar en cada carrera

La gran diferencia entre ellos y los McLaren y los Red Bull es que, mientras Ferrari partió de un concepto de coche nuevo, los otros dos equipos se limitaron a evolucionar y adaptar unos monoplazas que, al final del año pasado, ya eran bólidos ganadores. Su trabajo fue más fácil y los resultados llegaron antes. McLaren hizo un coche muy bien diseñado, con un frontal imaginativo y bonito y una solución excelente en los escapes, que les ha dado un gran rendimiento en Melbourne y les ha permitido iniciar el Mundial copando la primera línea de la parrilla y logrando la victoria y una tercera posición en el podio.

Pero la distancia con Red Bull no es tanta. Están muy cerca. Hasta el punto de que la batalla no ha hecho más que empezar y en cada carrera el ganador puede ir cambiando. En Albert Park, un circuito de grandes rectas y giros de 90 grados, los McLaren funcionaron muy bien porque la exigencia se centraba más en los motores que en la aerodinámica. Pero en Malasia, por ejemplo, el potencial de los Red Bull puede salir a la luz porque allí se exigirá mucho más de la aerodinámica que del propulsor. Y sigo pensando que, en este aspecto, Red Bull sigue yendo por delante.