“Tenía cosas más importantes que hacer que ver la fórmula 1”
Raikkonen, campeón en 2007, regresa al Mundial tras dos años en los que compitió en rallies
A pesar de contar con la presencia de Sebastian Vettel y Jenson Button, campeón y subcampeón del mundo de fórmula 1, respectivamente, el protagonista de la primera rueda de prensa oficial de la temporada fue Kimi Raikkonen (Espoo, Finlandia; 1979). Tras haberse pasado los dos últimos años al volante de un Citroën de rallies, despeñándose por barrancos y empotrándose contra árboles, con una quinta posición (Turquía) como mejor resultado, el finlandés volador regresa con Lotus a la disciplina que le llevó al estrellato. Este jueves, Iceman se sentó a charlar con EL PAÍS en una de las mesas habilitadas en la terraza de su escudería para exhibir, una vez más, la habilidad que tiene para hacer creer a quien tenga delante que todo le importa un bledo.
Pregunta. ¿Esperaba que correr en rallies fuera tan difícil?
Respuesta. Siempre pensé que era complicado y quería comprobar qué se sentía al volante de ese tipo de coches. Respeto mucho a los pilotos de rallies, quiero seguir aprendiendo y volver a probarlo. Deseaba saber si era capaz de hacer aquello que en las cámaras de a bordo parecía tan complicado.
P. ¿Cómo ha cambiado su conducción en estos dos años?
R. No mucho. El monoplaza se comporta de forma similar aunque los neumáticos no sean los mismos. Está el DRS [alerón trasero móvil], pero solo se trata de un botón que hay que pulsar en un momento dado. Sinceramente, esperaba tener más problemas.
P. ¿Qué piensa de que varios favoritos le consideren uno de los candidatos a ganar carreras?
En Lotus somos muchos y, como ocurre en todas partes, hay elementos que no siempre funcionan a la perfección
R. Durante la pretemporada aún podríamos haber ido más deprisa. Las sensaciones son buenas, pero aún no tenemos ni idea de si somos suficientemente rápidos. Habrá que esperar dos o tres grandes premios.
P. ¿Qué espera de esta segunda etapa en la F-1?
R. Básicamente lo que quiero es correr. Y después, que las cosas vayan bien. Si logramos buenos resultados reiremos más y todo será más agradable.
P. ¿Cómo se ve la F-1 desde fuera?
R. A decir verdad, no he visto demasiadas carreras; tenía cosas más importantes que hacer.
P. ¿Entiende entonces que haya quien pueda pensar que esto no le atrae tanto?
R. No me importa lo que piense la gente. Por suerte, en mi vida existen muchas cosas más allá de la F-1. Puede que haya pilotos que no tengan nada más. Si no me gustara no habría vuelto.
P. Sus últimos dos equipos fueron McLaren y Ferrari. ¿Cómo se siente ahora al formar parte de una escudería modesta?
R. No influye en mí para nada, aunque sí puede condicionar en un momento dado a la hora de pedir según qué cosas. En Lotus somos muchos y, como ocurre en todas partes, hay elementos que no siempre funcionan a la perfección. En general, la atmósfera es muy buena y todos caminamos en una misma dirección. A este equipo le gusta correr, competir, no hay política de por medio, y eso siempre es una buena señal.
P. El año pasado, Lotus arrancó siendo la revelación (dos podios en las dos primeras pruebas), pero después fue incapaz de evolucionar. ¿Tiene miedo de que se repita la historia?
R. Se optó por un sistema de escapes completamente distinto al de los demás, y los técnicos se dieron cuenta de que esa elección no tenía mucho recorrido, aunque tampoco podían comenzar de cero. No fue un plato de buen gusto, pero aprendieron de ello.
P. ¿Sería una decepción no terminar en el podio o no ganar una carrera?
R. No pienso en ello. Si somos los últimos sí que será una decepción, pero tampoco creo que lo vayamos a ser.
P. ¿Cree que será muy largo este segundo periodo en la F-1?
R. No tengo planes al respecto. Tengo contrato, pero claro, a veces eso tampoco significa nada (se ríe).
P. ¿Cómo ve a Ferrari?
No me interesa para nada lo que hacen en Ferrari. Hay quien dice que tienen problemas
R. No me interesa para nada lo que hacen. Hay quien dice que tienen problemas. Se trata de una estructura muy potente y eso hace que pueda solucionar cualquier eventualidad mucho más fácilmente que los más modestos. Probablemente sufran en algunos circuitos, pero eso les pasará a muchos.
P. Domenicali, jefe de La Scuderia, dice que le aprecia un montón. ¿Cómo ha sido el reencuentro con su antiguo equipo?
R. Allí solo tuve problemas con una persona. Hablo por teléfono con Stefano. Mantenemos una buena relación.
P. ¿Con quién tuvo problemas?
R. [No responde y mira hacia otro lado, aunque es sabido que se refiere a Luca de Montezemolo, el presidente].
P. ¿Le dolieron las formas?
R. No cambiaría nada. En Ferrari pasé momentos buenos, como cuando gané el título, y malos. No tengo nada que reprochar.
P. Pero le echaron y dos años después sigue siendo el último campeón con Ferrari.
R. Es muy fácil hablar una vez que las cosas ya han sucedido. Las decisiones hay que tomarlas cuando llega el momento, y siempre puedes pensar que te habría ido de otra forma.
P. Desde que anunció que regresaba le han llovido piropos. ¿Le enorgullece?
R. No me importa lo que dicen unos ni lo que escriben otros. Como no puedo cambiar su opinión, paso. Mientras yo sea feliz con lo que hago, me basta. Habrá gente a la que le guste y otra a la que no, pero ese no es mi objetivo.
P. ¿Se comporta igual aquí que cuando está en casa?
R. Todos nos comportamos de forma diferente cuando trabajamos de cuando estamos en casa.
P. ¿Por qué no tiene ni Twitter ni Facebook?
R. Porque tengo mejores cosas que hacer que escribir sobre mi día a día.
P. ¿Le molesta que haya gente como Vettel que bromee sobre su escasez de palabra?
R. No. Yo he sido siempre así. Habrá a quien le guste y a quien no. No desperdicio mi tiempo pensando en ello.
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