"Yo chupo la sangre a los jugadores"

Pregunta. O sea que estoy ante el entrenador más eficiente de la Liga.

Respuesta. Bueno, eso lo dice un estudio. No me quiero apuntar ese tanto, porque yo gano, empato y pierdo, aunque gano más que empato y pierdo.

P. Publica, con Juan Carlos Cubeiro, Mentalidad ganadora, sobre su método como entrenador. ¿Hay un método Emery, al margen de ser siempre un buen chico, como dicen?

R. Hay un procedimiento de trabajo que se puede llamar método. Todos tenemos un método hasta para comer.

P. ¿Y ese método es el que le lleva a jugar diez partidos de Liga y ganar sólo dos?

R. Es que el método es poner las condiciones para tener más opciones de ganar. Pero no te asegura el ganar.

P. Imagino a Mourinho y a Guardiola llamándole todo el rato para pedirle la receta.

R. No. El que tiene que llamar a Guardiola y a Mourinho soy yo. Pero no me atienden.

P. La afición de Mestalla le quiere matar. ¿Con qué cuerpo sale al campo?

R. Cuando ganamos, aplauden al equipo; cuando perdemos, sacan pañuelos al entrenador. Pero en la cercanía a mí me siento más querido que odiado. Entiendo a los que me critican y procuro, desde el optimismo, aprender de ellos.

P. ¿Sus habituales plantones y el llegar hoy tres cuartos de hora tarde al restaurante forman también parte de su método?

R. Del defecto sale la virtud. La virtud es que estoy normalmente ampliando mi horario de trabajo; y el defecto, que no cumplo con las citas.

P. ¿Se cura en salud cuando afirma que sería igual de feliz entrenando en Segunda B?

R. Tiene una parte de realidad, aunque no al cien por cien. Yo soy feliz entrenando. Y, sobre todo, tal y como está el país, trabajando.

P. Dicen que le falta épica.

R. A mí me pueden faltar muchas cosas. Pero tenemos una gran virtud que para mí es épica: estar, de momento, dos años seguidos detrás del Madrid y del Barcelona, los terceros.

P. ¿Y eso de que no domina la parte emocional del vestuario? ¿No mima a los jugadores?

R. Yo a los jugadores les quiero, y me involucro en tratarles como un padre, con sus correspondientes momentos en los que hay que echarlos de casa y otros en los que hay que acostarse con ellos y estar cerquita, para que se queden bien dormiditos y sientan el cariño. Los futbolistas son seres privilegiados a nivel profesional, social y económico. Y son personas que sienten y padecen.

P. Su presidente, Llorente, declaró que él saca la sangre a los entrenadores. ¿Se siente vampirizado?

R. El presidente es un gran gestor, y un gestor con éxito. Y una parte de ese éxito es exprimir a los trabajadores. En la mejor acepción de la expresión, a mí me chupa la sangre. Igual que yo chupo la sangre a los jugadores.

P. ¿De sus admirados Mortadelo y Filemón a quién se parece más?

R. Al Súper, al jefe de la T.I.A. Aunque yo soy un jefe bastante accesible, poco dictatorial, más partidario de convencer y no tan desorganizado como el Súper.

P. "Mi mayor virtud es ser buena persona". ¿Ni una golfería, con 40 añitos?

R. ¿Qué es ser golfo? ¿Acostarte a las seis de la mañana habiendo cerrado una discoteca? Pues eso lo hemos hecho todos. ¿Ir a los Sanfermines y no dormir en toda la noche? Considero que no es una golfería. Yo no sé lo que es ser un golfo.

P. Una vez contó que, como jugador, tenía "los huevos gastados". ¿Se regeneran?

R. Se regeneran constantemente. Cuando muchos entrenadores o la afición piden “echarle huevos”, yo digo que los huevos los tenemos gastados, y necesitamos algo más, un poquito de cabeza.

P. Creo que pasa las noches viendo vídeos de fútbol. ¿Es usted todo balones?

R. Sí. Así lo entiendo, así he crecido, así he vivido. También tengo mis momentos de estar con mi hijo, con mi familia, con mis amigos. Pero el fútbol nunca se aparta de mi pensamiento.

P. Ahora hay buenos especialistas. Eso igual se cura.

R. Sí, pero si me cura un especialista a lo mejor se apaga mi parte de éxito.

P. No vota y defiende el 15-M. ¿Es un indignado, pero con muchos posibles?

R. Entiendo que protesten estudiantes que terminan su carrera y no tienen trabajo. Y tampoco apruebo que haya gente que no ha querido prepararse ni trabajar y que quiera vivir a costa de los demás. Por eso soy indignado en las dos vertientes: con el que tiene mucho y no da y con el que tiene poco y no quiere.

P. ¿Cuántos libros de autoayuda se ha propinado?

R. Llevo siempre una mochila con cinco o seis libros de autoayuda, de liderazgo, de gestión de grupo. No leo novelas, no tengo costumbre de leer. Si empezase un libro creo que no sería capaz de continuarlo.