Almagro da un paso al frente

Más que un duelo fue una revancha: cuando Nicolás Almagro tumba 6-4 y 6-0 en octavos de Indian Wells al checo Tomas Berdych, el número siete mundial, no solo logra su primera victoria sobre cemento ante un top-10, sino que se da un golpe en el pecho y ofrece su mano a un contrario cosido a pelotazos y vencido con saña. Fue un cruce marcado por un precedente lleno de abucheos. Pasó en el último Abierto de Australia. Almagro perdió con Berdych. Este le recriminó un pelotazo, se negó a darle la mano en la red y se marchó entre los silbidos del público. Poco más de mes y medio después, el murciano vivió el debate con eso en el recuerdo y se citó en cuartos con el serbio Novak Djokovic (no antes de las 21.00 en Teledeporte), vencedor (6-0, 6-7 y 6-2) de Pablo Andújar.

“Será un partido bonito, para disputar, jugar valiente y alegre”, dijo el murciano ante la cámara de Teledeporte. “Me toca disfrutar de unos cuartos de final en el primer masters 1000 del año”.

Para el número 12 mundial, campeón este año en Sao Paulo, cada victoria sobre cemento es un asunto capital. Hay dos cosas que separan al pupilo de Samuel López de los mejores: la capacidad aeróbica y la pericia en pistas rápidas. Al llegar al desierto de California, donde se disputa el torneo, Almagro no llegaba al 47% de victorias sobre la superficie. Es solo la tercera vez en su fructífera carrera, que le ha visto celebrar 11 títulos, que llega a los cuartos de un masters 1000 sobre pista dura. Ahora jugará por alcanzar sus primeras semifinales en un torneo de esa categoría y sobre un piso de esas características.

Djokovic es el peor cliente posible en esas circunstancias. El serbio, sin embargo, ofreció inesperados síntomas de debilidad ante Andújar. El conquense, con solo 10 victorias sobre cemento en toda su carrera, fue capaz de ganarle un set en octavos, se procuró hasta ocho bolas de break y discutió la tercera manga más allá de los que insinúa el resultado. Nole, cocido bajo el sol, se perdonó varias carreras y vivió aupado por su inmensa clase. Esa terrible realidad aguarda a Almagro: el número uno mundial es un tenista capaz de ganar jugando solo a ratos.

Por otra parte, Rafael Nadal se impuso 6-3 y 6-2 al ucraniano Dolgopolov y jugará ahora los cuartos de final contra el argentino David Nalbandian, quien superó 3-6, 7-5 y 6-3 a Jo-Wilfried Tsonga pese a que el francés sacó por el partido.