Rooney hace líder al United

A grandes males, grandes remedios. Y en el Manchester United el mejor remiendo tiene este curso un nombre propio: Wayne Rooney. Demoledor cuando fija el marco entre ceja y ceja, el delantero inglés volvió a ser determinante para los diablos rojos en el duelo ante el West Bromwich, un rival muy correoso que saltó al césped de Old Trafford con el cuchillo entre los dientes, pero que de golpe y porrazo se topó con la pegada del artillero y su facilidad para desencallar los encuentros. Emergió Rooney y, de su mano, el Mufc, que con la rúbrica de su ariete (2-0) y la inesperada derrota del Manchester City frente al Swansea (1-0) se encarama a lo más alto de la Premier después de 21 jornadas en las que los sky blues habían exhibido un dominio dictatorial.

Patinaron los hombres de Roberto Mancini, que volvió a permitirse otra frivolité al privar a Agüero de 45 minutos de juego, y lo aprovecharon los de Ferguson, ahora un punto por encima. Nunca se rinde el escocés, terco como pocos, capaz de insuflar el aire suficiente a su equipo para superar el revés europeo frente al Athletic y retomar el mando de la competición doméstica. Sin florituras, el Manchester United hilvanó su victoria ante el West Bromwich Albion a partir de Rooney, al rescate el pasado jueves ante los vascos con dos goles que mantienen a los diablos con vida en Europa. Hoy volvió a repetir doblete. Se alió el 10 con Chicharito para batir a Foster en el primer tanto y fusiló al guardameta en el segundo desde el punto de penalti. No falla el de Croxteth, segundo máximo realizador del campeonato (20) tras Van Persie (24) y que acumula siete dianas en sus últimos cuatro compromisos de la Liga inglesa, entre ellas dos al Liverpool, otras dos al Chelsea y una ante el Tottenham.

Rooney suma 20 goles este curso, siete en los últimos cuatro partidos del Manchester United en la 'Premier'

Aprieta el United, ganador de 12 coronas ligueras en las dos últimas décadas, en la recta decisiva. Y, por el contrario, pierde fuelle el City, desbancado ahora por sus vecinos y que en su visita al Swansea fue condenado por la ansiedad y las prisas. No sonó en esta ocasión la flauta de Silva, ni la de Nasri. Tampoco la musculatura de su guardia pretoriana ni la fiereza de Balotelli. Por eso, Mancini recurrió a Agüero, tercer cañonero en Inglaterra con 16 dianas, pero en la banqueta de inicio. No logró el Kun embocar en el segundo acto y lo pagó su técnico, que echó más madera con la entrada estéril de Dzeko y se desesperó cuando el árbitro le anuló un gol a Richards. Agradecido, el Swansea se aferró a las paradas de Vorm y encontró la vía hacia la portería. Fue Moore quien descabelló a los cititzen, doblegados esta semana también por el Sporting de Lisboa y cuyo dominio ha menguado sobremanera. Sobre todo fuera de casa, donde acumulan cinco empates y dos derrotas consecutivas.

No así el Milan, que camina con paso firme en la Serie A italiana y esta jornada ha aumentado su renta sobre el Juventus, su perseguidor, hasta los cuatro puntos. Se desinfla ligeramente el equipo de Antonio Conte, incapaz de batir al Génova (0-0), y se reponen los rossoneri, cuyas aguas bajan revueltas tras el susto en Londres el pasado martes contra el Arsenal (3-0) y las críticas de Ibrahimovic hacia su entrenador, Massimo Allegri. “Se puede perder de muchas maneras, pero no así. Somos el Milan”, censuró el sueco, pichichi del calcio con 19 goles en su casillero, estelar ante el Lecce (2-0) con una cesión exquisita a Nocerino y un trallazo desde la frontal; “pero, no pasa nada. El próximo partido meteré cinco goles”. Hoy solo hizo uno. Suficiente para poner más tierra de por medio con la Vecchia Signora.