Ruth Beitia, en la final de los Mundiales

Ruth Beitia se clasificó para la final de salto de altura de los Mundiales de Estambul en pista cubierta tras superar la marca de 1,92 metros. La atleta cántabra luchará mañana por la medalla en lo que será su séptima y última participación.

Beitia esperó a que el listón subiera hasta los 1,83 metros para ejecutar su primer salto, que superó sin dificultades. Los problemas llegaron cuando el listón subió a los 1,88 metro. La atleta, que todavía arrastra una lesión de espalda, rozó el listón pero no lo derribó. A continuación saltó, también a la primera, 1,92. Su primer fallo se produjo en 1,95, justo la marca que abría directamente las puertas de la final: la cántabra no pudo y el 1,92 metros fue suficiente para estar entre las ocho mejores (séptima).

Tras su clasificación, Beitia declaró que le gustaría estar “cerca de las medallas” y reconoció que “había sido difícil clasificarse” porque no se encontraba “como otras veces”. Este es el último año en activo de la atleta cántabra, que participa en sus séptimos Mundiales en pista cubierta. Precisamente ha sido en esta competición donde logró sus mayores éxitos: bronce en Moscú 2006 y plata en Doha 2010. “Espero que sea como el año pasado (Europeos de París), que entré por los pelos y después resultó que me encontré muy bien al día siguiente (plata)”, recordó la saltadora.

El burgalés Javier Abad también se clasificó para la final de 1.500 metros gracias a una marca de 3:40.55 que le dio el sexto puesto en la segunda serie y la última plaza de finalista en la repesca, mientras que David Bustos se quedó fuera de la carrera definitiva.