La ‘Champions’ invita a olvidar la Liga
Aun con dos goles de renta, el Barça extrema las precauciones para recibir al Bayer Leverkusen
Abatido en la ida por 1-3, el Bayer Leverkusen ha viajado a Barcelona como invitado del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, tal que fuera un encuentro protocolario. Así, figuran en la expedición juveniles y veteranos, y también empleados y figuras institucionales de la institución, la mayoría deseosos de participar en una ceremonia que consiste en rendir pleitesía al Barcelona. No se trata de una falsa modestia sino de asumir el rol de equipo sometido y, al mismo tiempo, capaz de protagonizar la mayor de las sorpresas. No renuncian los alemanes a sorprender al Barça, a pesar de que el resultado de la ida y los pronósticos favorecen claramente a los azulgrana.
“No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar”, afirma el revolucionario Robin Dutt, entrenador del Bayer, uno de los representantes de la escuela de Fribugo, la generación que encabeza Joachim Löw, seleccionador alemán y discípulo de Jürgen Klinsman. La victoria contra el Bayern Múnich por 2-0 ha alimentado las expectativas del rival azulgrana, un equipo indefinido, aún irregular, capaz de protagonizar los resultados más sorprendentes en la Bundesliga.
Alrededor del club alemán, patrocinado por la firma Bayer, ha habido mucha cháchara. Los jugadores incluso han pleiteado por tener la zamarra de Messi y a la directiva no le ha quedado más remedio que mediar para evitar conflictos como el generado en la ida cuando Kadlec y Friedrich discutieron por la que les regaló La Pulga, pugna que acabó con una subasta benéfica de la camiseta que reportó unos 11.000 euros. “Soñar es gratuito”, precisó el ariete Kiesling: “Nuestra suerte pasa por aprovechar las pocas ocasiones de gol de las que dispondremos”.
Los azulgrana no se fían ni un pelo de los alemanes, y menos de su liturgia de derrotados. Aunque Guardiola recupera a Busquets y a Messi, ausentes ante el Sporting, el Barcelona recela de un equipo “capaz de generar en cinco minutos tantas ocasiones de gol como nosotros en una hora”, de acuerdo al sentir del vestuario barcelonista. Finalista de la Copa y descolgado en la Liga, el Barcelona coincide en que no puede hacer concesiones en la Champions, de manera que el partido de hoy exige su máxima atención. Los convocados quedan concentrados en un hotel de Barcelona y su entrenador exige una atención máxima después que el club haya expresado su descontento con el proceder del colectivo arbitral.
Guardiola: “Si no fuéramos finalistas, la final de la Copa sería en el Bernabéu”
“No podemos permitir jugadas de estrategia, porque son potentes y fuertes”, argumentó Busquets, que se ofreció de nuevo para competir en la selección olímpica que dirige Luis Milla con vistas a Londres 2012. “Tienen movilidad arriba, cuentan con jugadores altos y son muy potentes”. La ausencia de Abidal, lesionado al igual que Thiago y Alexis, rebaja el potencial del Barça, que en contrapartida recupera el poder de Messi.
Al entrenador barcelonista le preocupa que el contencioso arbitral y la sede de la final de Copa, el estadio Vicente Calderón (25 de mayo) -"si el Barça no fuera finalista, se jugaría en el Bernabéu", ironizó- puedan distraer al barcelonismo de sus opciones europeas: “No encuentro ningún beneficio en criticar a los árbitros. Hay que hacer como el último día: ganar con 10”. Guardiola se alineó con el criterio de la directiva —“queremos saber el criterio por el que se puede sancionar a Piqué”— al tiempo que expresaba su compresión con los colegiados: “Si en algún momento se han sentido ofendidos, pedimos humildemente disculpas a los árbitros”.
“Aclarada nuestra postura”, insistió, “no debemos olvidarnos que nos espera el Bayer, un equipo alemán que jamás da un partido por perdido. Parece que no están en el campo y, de golpe y porrazo, reaparecen para generar varias ocasiones de gol. No hay que fiarse de un equipo alemán”. “La trampa de la eliminatoria está en el resultado”, insistió Guardiola. “Hay que tener mucho cuidado”. Aunque el preparador reitera en la necesidad de atender a la Champions, la afición anda más preocupada por la final de la Copa del Rey y por el contencioso con los árbitros, después del comunicado que el lunes publicó el club. “Necesito jugar”, terció Messi. Nada mejor que un partido para escampar cualquier contencioso. La Champions invita a olvidar la Liga.
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