Una ausencia muy especial

Suplente en el Chelsea, seco de goles y, ahora, fuera de la selección española. A punto de cumplir 28 años, Fernando Torres pasa por uno de los momentos más crudos de su exitosa carrera. No ha entrado en ella por decisión técnica por primera vez desde que Vicente del Bosque la dirige. Una situación, es más, que no vivía desde que Luis Aragonés prescindió de él ante Rumanía en 2006. Salvo esa excepción, las ausencias del delantero fuenlabreño siempre tuvieron que ver con las lesiones, nunca con su rendimiento. Su descarte, la presencia por primera vez del chispeante Muniain y el regreso de Soldado son las novedades más importantes de la convocatoria para el partido amistoso del próximo miércoles entre España y Venezuela en Málaga. La baja del central madridista Albiol era más previsible por el ostracismo al que le ha condenado José Mourinho.

Nada más abandonar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), Del Bosque ya medía en las emisoras de radio el eco mediático de una de sus decisiones más sonadas desde que llegó al cargo. El seleccionador era consciente de que dejar fuera al futbolista que dio a España la Eurocopa de 2008 generaría mucho ruido. Sin embargo, la ausencia de El Niño se barruntaba: es el resultado de una espiral que ha ido creciendo a la par que sus prestaciones en el Chelsea no mejoraban. En septiembre, Del Bosque lo mandó a la grada ante Liechtenstein. Y en diciembre ya anunció que “no era intocable”. Sus frecuentes suplencias en el Chelsea al inicio de 2012 y la prolongación de su sequía goleadora han terminado por apartar a Torres, por el momento, de la selección. Desde que cambió Liverpool por Londres, el año pasado, su bagaje es de cinco goles en 47 partidos, una cifra que no se corresponde con los cerca de 60 millones de euros que Roman Abramóvich desembolsó por su traspaso. También hace tiempo que el exatlético no exhibe con contundencia su potente zancada

“No debe tomárselo como algo negativo. Debe servir de estímulo para él y para el resto, para que nadie se aburguese. Los grupos tienen que estar siempre vivos para competir al máximo nivel”, resaltó Del Bosque.

El propio seleccionador no dudó en calificar el caso de Torres como “especial”. Su ausencia no tiene un patrón definido para explicarse. Lo que sirve para justificar a otros convocados no vale para él. Su ineficacia ante la portería pesa mucho en su baja, pero no es un argumento definitivo. Soldado, el futbolista que le ha reemplazado, solo ha marcado un gol en mes y medio. Su llamada responde a la tenencia de un recurso ofensivo. En el cuerpo técnico federativo creen que “el delantero valencianista es bueno para el contragolpe”. Últimamente, al sevillista Negredo tampoco se le caen los goles de los bolsillos, pero “se relaciona muy bien con el juego de toque de los centrocampistas”, añaden. Llorente, el otro nueve llamado, no da dudas. El ariete del Athletic es una alternativa fiable por su dominio del juego aéreo y su racha goleadora.

A poco más de tres meses para el Campeonato de Europa de Polonia y Ucrania, Torres va a vivir, más que una contrarreloj, una dura cronoescalada porque las circunstancias que rodean al Chelsea tampoco le son favorables. Su entorno está convencido de que, “si recupera la puntería, Fernando llegará a la Eurocopa”. Pero ahora el mismo Chelsea no genera juego suficiente para alimentar a sus delanteros. Drogba, que le discute el puesto, tampoco rebosa eficacia. Es un problema que André Villas-Boas aún no ha logrado solucionar. Si la destitución del técnico luso se llevara a cabo y la opción de Rafa Benítez se confirmara como recambio, tal y como se apunta desde la prensa británica, Torres, en su intento por llegar al torneo, contaría con la ayuda de uno de los técnicos que mejor rendimiento han extraído de él. Fuentes cercanas al jugador también aseguran verle tranquilo ante una tesitura que sospechaba que se podría dar: “Está más preocupado por la situación deportiva que atraviesa el Chelsea. Si el equipo reacciona y genera más fútbol para sus delanteros, Fernando marcará goles”.

La de ayer fue la penúltima convocatoria antes de la definitiva para la Eurocopa, la cual obligará a Del Bosque a hacer juegos malabares hasta reunir a todos los internacionales. España tiene previsto concentrarse el 20 de mayo y la final de la Liga de Campeones es el 19. Como hay una potencial docena de futbolistas del Madrid y el Barcelona que pueden entrar en la lista, no podría contar con ellos desde el principio si tienen que dirimir en Múnich el cetro europeo. A estos hay que sumar los del Athletic y los del Barça que disputen la final de la Copa del Rey, sin fecha todavía, aunque la federación baraja el 25 de mayo. Del Bosque ya estudia la posibilidad de convocar a un grupo de apoyo para completar los entrenamientos y disputar los dos o tres amistosos que están previstos antes de viajar a Polonia.