Los 25.000 del Deportivo

En un tiempo en el que los estadios se vacían, los horarios de los partidos maltratan a los aficionados, prolifera el fútbol televisado y la oferta de ocio es inabarcable, el Deportivo festeja un hito singular. Hoy ha entregado su carnet al abonado número 25.000, un niño de un año llamado Iker. No todos son de habitantes de A Coruña, pero la extrapolación es sencilla: más de una décima parte de la población de la ciudad tiene asiento reservado en el estadio de Riazor para ver partidos de Segunda División. “Es sencillamente increíble”, resume Juan Carlos Valerón, bandera de una entidad que trasciende de lo futbolístico para intrincarse en la médula de una ciudad con un punto altanero que entendió el descenso como un golpe a su orgullo.

“Ya hace años que es una tendencia, pero ahora más que nunca los ingresos procedentes de los aficionados han dejado de ser los más sustanciales para un club, por eso hay que cuidarles y entender que no se pueden poner entradas a 200 euros”, explica el presidente, Augusto César Lendoiro, en muchos aspectos un precursor. Hace unas semanas mostraba orgulloso un dato. Solo Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia, Athletic, Sevilla y Betis conseguían llevar más público a su estadio que el Deportivo. La cuarta parte del total de espectadores que han asistido esta campaña a un partido de Segunda lo hizo en Riazor. Lendoiro quiere que el estadio sea una fiesta. Por eso mantiene una política de precios bajos en los abonos y reserva un cupo de entradas por partidos para que los socios puedan adquirir dos entradas para acompañantes a 5 euros cada una en cupos de dos partidos. “Ahora mismo un abonado puede por 20 euros invitar a dos personas a ver los dos próximos partidos en casa, contra Alcorcón y Alcoyano”, informan desde el club blanquiazul. La iniciativa ha tenido tal éxito que 150 kilómetros al sur se ha generado, con éxito, una movilización entre los aficionados del Celta (13.000 socios declarados y una entrada media de 7.500 espectadores) para que la directiva del eterno rival herculino adoptara una solución similar y Balaídos comience a poblar sus graderíos.

La reacción de la gente joven fue espectacular, vinieron a varios entrenamientos y movilizaron a los demás para que acudieran al campo Valerón, fútbolista del Deportivo

Entregada a su equipo desde que hace 20 años se atrevió a desafiar a los grandes de España, luego del continente, la afición deportivista había ofrecido señales de hastío durante las últimas campañas. En el inicio de la temporada anterior, aún en Primera, no era extraño vivir domingos con apenas 11.000 personas en el estadio a pesar de que el número de abonados superaba los 17.000. Todo cambió en cuanto la gente percibió que el equipo estaba en apuros. “La reacción de la gente joven fue espectacular, vinieron a varios entrenamientos y movilizaron a los demás para que acudieran al campo. Tras el descenso podían darse los dos extremos, que siguiera o que se fuera. Y aún vino más gente”, explica Valerón.

La evidencia de que algo estaba latiendo se produjo el pasado mes de octubre. El equipo acababa de caer en Alcorcón derrotado por 4-0 y a Riazor llegaba el Guadalajara, un debutante sin pedigrí. La televisión obligó a que se jugara un sábado a las cuatro de la tarde. A Lendoiro le impactó ver 30.000 personas en la grada y un ambiente previo digno de las mejores jornadas europeas, con todos los establecimientos de hostelería próximos al estadio abarrotados dos horas antes. La estampa se repitió el pasado fin de semana ante el filial del Barcelona. Y contra el Celta se cerraron las taquillas tras vender todo el papel. “Para A Coruña el Deportivo es algo fundamental”, estima José Luis Oltra.

Para A Coruña el Deportivo es algo fundamental José Luis Oltra, entrenador

El técnico valenciano se ha pasado buena parte de la temporada diciendo que el equipo estaba muy por debajo de su afición. Ahora que marcha líder y enfilado hacia el ascenso trata de disfrutar del ambiente de fútbol que sueña todo profesional. “A Coruña tiene muchos atractivos, gastronómicos, turísticos, es una ciudad bonita y señorial, pero el fútbol le ha dado mucho, ha servido para darla a conocer en todo el mundo, no sé puede entender A Coruña sin el Depor y la gente se ha volcado porque ha sabido valorar lo que tuvo en su día”. Tanta pasión propicia que el equipo esté en el foco. “La presión es acorde al entorno”, valora el técnico. “Es todo tan increíble, que te genera una gran responsabilidad para poder responder a lo que se espera de nosotros”, asume Valerón.