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Otra gran rebelión del Basilea

El equipo suizo maltrata al Bayern y le derrota con un fútbol dinámico y descarado

L. J. MOÑINO
Dragovic y Abraham, del Basilea, disputan el balón a Mario Gómez, del Bayern.
Dragovic y Abraham, del Basilea, disputan el balón a Mario Gómez, del Bayern.GEORGIOS KEFALAS (AP)

En el fútbol, la alegría del modesto es irreverente con el orden establecido. Las cuatro estrellas estampadas sobre la escarapela del Bayern como símbolo de sus conquistas en la Copa de Europa le recordaban al Basilea el principio de jerarquía; un grande de Europa en su coqueta olla de Saint Jakob. Un hervidero atípico e inesperado en la tranquila Suiza. Enfrente, una leyenda que derribar como ya lo fue el Manchester United en la fase de grupos, su primera gran víctima en esta edición de la Liga de Campeones. El Bayern va camino de ser la segunda.

BASILEA, 1 – BAYERN, 0

Basilea: Sommer; Steinhöfer, Abraham, Dragovic, Park; Shaquiri (Zoua, m. 82), Huggel, Xhaka, F. Frei (Stocker, m. 65); Streller y A. Frei (Cabral, m. 89). No utilizados: Colomba, Degen, Kusunga y Kovac.

Bayern: Neuer; Rafinha, Boateng, Badstubber, Lahm; Alaba, Tymoschuk; Robben, Kroos (Olic, m. 87), Ribèry (Müller, m. 70); y Mario Gómez. No utilizados: Butt, Pranjic, Luiz Gustavo, Petersen y Emre Can.

Gol: 1-0. M. 86. Stocker, de derechazo cruzado desde cerca, tras un gran pase de Zoua.

Árbitro: Rizzoli (Italia). Amonestó a Abraham, Müller y Rafinha.

Saint Jakob Park. Unos 42.000 espectadores.

Tendrá el equipo de Heynckes que remontar en Múnich ante un equipo que no teme, que despliega su dinámico fútbol sin complejos. Se mira el ombligo lo justo cuando ataca. Por el área de Neuer aparecían cinco o seis jugadores cada vez que llegaba. No tuvieron sus futbolistas ningún respeto por el Bayern. Lo maltrataron. Le arrancaron las estrellas a sustos, a fuerza de zarandearlo con un torrente de ocasiones y fútbol.

Se rebeló el Basilea después de recibir un par de avisos iniciales. Un desmarque de Mario Gómez a la espalda de sus centrales y un mano a mano de Ribèry que resolvió pleno de reflejos Sommer. Luego, aconteció la gran rebelión local con un tic de equipo muy trabajado que sabe a qué juega: vio un agujero y por allí hizo suyo el partido.

La fina pierna izquierda de Shaquiri interpretó que Lahm iba arriba, pero que no volvía. Por allí empezó a percutir sin miramiento alguno el lateral Steinhofer lanzado por el joven suizo.

Un cabezazo de Dragovic dio en el palo y poco después Streller reventó el larguero tras una incursión del coreano Park por la izquierda, otro que entendió que la pelota iguala si se sabe qué hacer con ella.

El Basilea se electrizó en su envalentonamiento. Envolvió al Bayern en un tiroteo que le acogotó. Metió al equipo alemán en un partido que quiso jugar sin miedo, a dos porterías, al pim, pam, pum. Se saltó el tacticismo especulativo que suele reinar en las eliminatorias de Champions. Jugó el partido como si fuera el único de la eliminatoria. Tuvo un premio justo.

No le importó al equipo de Vogel citarse con su histórico contrincante en las áreas. Ese envite deparó como consecuencia una noche de porteros. Si no hubo más goles fue porque Sommer y Neuer se agrandaron cada vez que fueron exigidos.

Se desfiguró el equipo de Heynckes con ese vaivén que le sacó los colores. Echó de menos a Schweinsteiger para domar el partido, para frenarlo con la pausa que demandaba la vertiginosa y descarada propuesta suiza. Quedó el Bayern entregado a los culebreos individuales a pierna cambiada de Robben y Ribèry y a la potencia de Mario Gómez. No se entendió la suplencia de Müller. Todavía menos cuando hizo acto de presencia como sustituto de Ribèry y los dos primeros balones que tocó generaron sendas ocasiones

Lo mismo hizo Zoua para regalarle el gol a Stocker. Otros dos que saltaron al campo sin complejos para rubricar otra gran rebelión del Basilea. Alegre, plena de fútbol descarado.

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Sobre la firma

L. J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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