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FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

La supervivencia en el ADN

Juan José González, un técnico sin apenas experiencia, habla de su extraña epopeya al frente del Racing: “Si tras tantos contratiempos seguimos vivos, ¿por qué no vamos a mejorar?”

Diego Torres
Juan José González da instrucciones a Álvaro durante un partido
Juan José González da instrucciones a Álvaro durante un partidoEsteban Cobo (EFE)

El dueño del club que esta noche visita el Bernabéu no se sentará en el palco junto a su homólogo Florentino Pérez. Está en paradero desconocido. Dos juntas directivas han dimitido en bloque en los últimos meses. Un juez de lo Mercantil ha debido intervenir para imponer una administración judicial. Entretanto, los jugadores siguieron sin cobrar los salarios de la temporada pasada mientras el equipo cayó en picado hasta posarse en el fondo de la clasificación en las jornadas 13ª y 14ª.

El dueño del club está desaparecido, un juez lo ha intervenido, Cúper se ha ido...

No hay en Primera un banquillo más precario que el del Racing. Su ocupante se llama Juan José González —comparte misión con Fede Castaños y el excapitán del equipo, Pablo Pinillos— y nunca antes había dirigido en Primera como primer entrenador. Pero cuando entró al vestidor, antes de enfrentarse al Villarreal en la jornada 15ª, su mensaje tuvo la fuerza de las palabras que parecen inevitables. Reunió a los jugadores como quien convoca a unos náufragos en una isla desierta y les dijo: “Si después de tantos contratiempos seguimos vivos, ¿por qué no mejorar?”.

Desde entonces el Racing ha disputado nueve partidos: tres victorias, cinco empates y una derrota. No ha vuelto al puesto 20 de la clasificación. “Venimos de pasarlo muy mal”, dice el técnico. “Hace ocho jornadas peleábamos por no descolgarnos. Ahora es casi un alivio estar peleando por salir de los puestos de descenso. Nos queda la segunda vuelta y vamos a darlo todo”.

“Intentamos ser rocosos sin el balón y provocar la peor versión del rival”

Juan José González

A sus 38 años llegó al cargo en medio del torbellino. Forzado por la repentina dimisión de Héctor Cúper, investigado además por su supuesta participación en una red ilegal de apuestas, el consejo de administración le nombró con carácter interino. Hasta entonces había ejercido de director deportivo. Se sucedió una junta de accionistas tormentosa, dimisiones, enfrentamientos, y, finalmente, una intervención judicial. Ante las carencias presupuestarias, los administradores que impuso el juez resolvieron mantenerle en el puesto. Y con él, el Racing acentuó su perfil combativo. Desde el pertinaz Toño al omnipresente Pape Diop, pasando por Arana, Munitis, Colsa y el prometedor Álvaro. “Nosotros”, asegura el técnico, “no tenemos jugadores que te puedan desequilibrar por sí solos un partido. Nosotros trabajamos sobre la idea del grupo. O nos apoyamos unos a otros o no llegaremos a nada”.

“Nuestra metodología es la que aprendimos de Marcelino y Juan Ramón Muñiz”, explica; “se basa en el trabajo grupal, en ser rocosos sin balón, encajar muy pocos goles y provocar que los rivales muestren su peor versión. A partir de ahí no nos defendemos con el balón”. La descripción que hace Juan José de su táctica habitual no difiere mucho del programa original de Mourinho. “Tratamos de ser verticales y llegar a la portería contraria en pocos toques”, dice, “aprovechando la desorganización del contrario. Pero pillar a este Madrid desorganizado será absolutamente complicado. Necesitaremos tener un gran día porque el Madrid es un equipo que no necesita los 90 minutos para ganarte un partido. Le sobra con 25 de intensidad física para superarte claramente”.

El campeonato ha discurrido por cauces extraños. No solo para el Racing. Clubes con presupuesto para entrar en competiciones europeas, como el Villarreal, el Getafe y el Sevilla, están a solo tres o cuatro puntos de distancia. Respecto a ellos el Racing cuenta con un factor que le favorece. Ha batido su récord de permanencia en Primera con 10 temporadas consecutivas y ha incorporado un instinto de supervivencia al ADN. Los rigores de la vida en el límite han unido al grupo. Y la comunión es un poder difícil de superar. “Este grupo se caracteriza por haber pasado por situaciones muy difíciles”, observa Juan José. “La unión es la característica de nuestro vestuario. Es innata. Y es lo más importante”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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