Marcelinho marca el paso

Badalona, Bilbao, Vitoria y Barcelona; en la Penya, en el Bizkaia, en el Baskonia y en el Barça; allí donde ha tomado la batuta, Marcelo Tieppo Huertas (São Paulo, 1983) ha dejado huella. Esta es su primera temporada con el equipo azulgrana, pero se le exige ser uno de los líderes de un equipo plagado de talento y experiencia. “Estoy en el momento más maduro de mi carrera. Tienes que saber adaptarte al papel que tienes en cada equipo. Xavi [Pascual] me pide que juegue como sé, que no me inhiba para nada”, cuenta el base brasileño de 28 años.

Hoy afronta una semifinal (18.00, Tdp) con aliciente añadido. Se enfrenta al Baskonia, el que fue su equipo durante dos temporadas, hasta que el verano pasado lo fichó el Barça. Conoce muy bien, en consecuencia, a los que hoy serán sus rivales, empezando por su entrenador, Dusko Ivanovic, que a su vez fue entrenador del Barça hasta hace cuatro años y tuvo como ayudante a Xavi Pascual. “Son dos entrenadores que tienen bastantes cosas en común. Lo más diferente es la manera en que llevan el equipo. Con Dusko hay menos relación entre jugador y entrenador, sobre todo fuera del campo. Xavi es mucho más abierto. Se puede hablar más con él”.

El Barcelona es el equipo que menos puntos recibe, tanto en la Liga Endesa (61) como en la Euroliga (63). Marcelinho no considera que por eso haya cambiado su juego. “No es importante solo la defensa en el uno contra uno sino que se trata de estar tácticamente activo para los requisitos de una defensa en equipo. Son unas rotaciones que Xavi tiene bastante controladas. En el Baskonia también me sentía bastante suelto, jugaba a mí manera, aunque siempre bajo las órdenes de Dusko, que me dio mucha libertad y minutos. Pero eso ya es pasado”.

El Barcelona ha mejorado sensiblemente su juego de unas semanas a esta parte. Marcelinho así lo corrobora. “Se nota un poco más de frescura, jugamos mejor en ataque, sobre todo después de la vuelta de Juan Carlos [Navarro] tras su lesión, y también estamos acertando mucho más desde la línea de tres. Tuvimos algunos momentos de espesura en ataque”. El jugador brasileño, con pasaporte italiano, subraya la aportación de Navarro. “Los rivales están muy pendientes de él, sobre todo cuando tiene el balón. Acaba creando muchos espacios para los demás”.

Marcelinho llegó al Baskonia en 2009 después de una temporada en Bolonia para relevar al base que hoy será su rival, Pablo Prigioni, que jugó esos dos años en el Madrid antes de regresar a Vitoria. Joan Creus y Xavi Pascual no dudaron en apostar por su fichaje a pesar de que el Barcelona tuvo que pagar al Baskonia 1,8 millones. Y él desveló su pasión desde hacía años por el Barça, por el de baloncesto, pero también por el de fútbol.