Pau Gasol, el rey del Garden

Pocos minutos después de que se confirmara que no va a estar en el All Star, Pau Gasol se reivindicó de la mejor manera posible, con un partidazo en el Boston Garden. Fue decisivo en el arduo triunfo de los Lakers (87-88) en el clásico por excelencia de la NBA, contra los Celtics. La emoción, la brega y los nervios impregnaron el juego. Y Gasol demostró una vez más su capacidad para superarse en los momentos más difíciles. Suyo fue el palmeo que les dio a los Lakers la posibilidad de disputar la prórroga y suyo fue el tapón que evitó que Ray Allen, sobre la bocina, diera la victoria a los Celtics, tras haber atrapado un rebote ofensivo propiciado por un tiro errado por Paul Pierce.

A sus dos providenciales acciones de última hora, Pau Gasol añadió un magnífico rendimiento en líneas generales. Quedó reflejado en los 25 puntos, 14 rebotes, tres asistencias y dos tapones con los que concluyó tras una agotadora batalla con Kevin Garnett y Brandon Bass. Los Lakers explotaron a base de bien la superioridad de sus pívots. Capturaron 10 rebotes más, anotaron 8 puntos más desde el interior de la pintura y 10 más desde la línea de tiros libres, a la que los Celtics solo acudieron en cinco ocasiones.

Los Lakers compensaron de esta forma su tremendo naufragio en los triples. Intentaron 15 y solo anotaron uno, el que obtuvo Steve Blake, que reapareció después de 13 partidos de ausencia a causa de una lesión. Blake jugó 31 minutos, siete más que el base titular, Fisher, que falló los siete tiros que intentó. Blake, además, fue quien estuvo en la cancha en los compases finales del partido y de la prórroga.

Los Celtics fueron mucho mejores en el juego de transición y anotaron 11 puntos más en contraataque. Llegaron a dominar por nueve puntos, pero el partido se igualó hacia el final del tercer cuarto y a partir de ese instante el marcador se movió siempre con márgenes muy apretados.

Portentoso Bynum

Kobe Bryant, que no lanzó su primer tiro a canasta hasta que habían transcurrido nueve minutos, concluyó con 27 puntos, tras acumular 11 aciertos en 24 lanzamientos, además de cinco tiros libres. Otro de los factores determinantes fue la portentosa actuación de Andrew Bynum, colosal cerca de los aros, autor de 16 puntos, 17 rebotes, siete de ellos en ataque, y tres tapones. El 'big three' de los Celtics funcionó igualmente, pero con cifras un tanto más modestas, con 18 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias de Pierce, 12 puntos y 12 rebotes de Garnett y 22 puntos de Ray Allen. Aun así, y después del palmeo tras un tiro de Kobe con el que Gasol empató a 82, los Celtics tuvieron en su mano la posibilidad de ganar, pero Pietrus desperdició el último cartucho con un triple muy forzado que no entró. En la prórroga, Pierce anotó un triple que adelantó a los Celtics, 87-86, pero Bynum aprovechó un fallo de Kobe para palmear y poner el 87-88 que ya fue inamovible porque Pierce, Garnett y Kobe fallaron sucesivamente y porque Pau taponó el último intento de Ray Allen.

Rudy, titular

Rudy Fernández se estrenó como titular en los Nuggets después de 22 partidos en los que había salido siempre desde el banquillo, como solía hacer también en Portland. George Karl le dio la alternativa, aunque Denver no consiguió evitar su cuarta derrota consecutiva, esta vez ante Golden State (101-109). Los Nuggets notan sobremanera las bajas de dos titulares, Gallinari y Mozgov, y también la de Brewer. Además, Karl no alineó a Andersen. Los Warriors, con 13 triples, un fantástico porcentaje del 52% de acierto en el tiro y 36 puntos de Stephen Curry, lograron el triunfo gracias a su absoluta superioridad en el tercer cuarto, con un parcial de 20-37. Rudy Fernández concluyó con 9 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias, con un 4 de 13 en el tiro y 4 pérdidas de balón.

10 tapones de Ibaka

El buen trabajo en ataque del escolta Tyreke Evans y del pívot DeMarcus Cousins fue clave que permitió a los Kings de Sacramento ganar por 106-101 a los Thunder de Oklahoma City, a los que les rompieron racha de dos triunfos consecutivos. De nada sirvió esta vez la portentosa actuación de Ibaka, que igualó su récord de tapones en un partido, 10, además de capturar 9 rebotes y anotar seis puntos. Ibaka logró sus primeros 10 tapones el pasado 2 de febrero durante el partido que los Thunder ganaron por 95-86 a los Mavericks de Dallas.