El Getafe se sobrepone al esperpento

Ni siquiera el exceso de confianza de Rafa, que se creyó Beckenbauer en El Sardinero, emborronó la faena de un Getafe más plástico y futbolero que el Racing, que a la sexta perdió su primer partido desde la dimisión de Héctor Cúper y la llegada del triunvirato González-Pinillos-Castaños al banquillo santanderino. La garantía de Toño en la portería retrasó una derrota inevitable para el conjunto cántabro, enfangado en una tremenda crisis institucional y financiera. El meta rozó la excelencia hasta que los guantes dijeron basta, resolviendo una mano de ocasiones de la delantera que formaron Miku y Güiza. Valera y Casquero también estuvieron cerca de cantar bingo, pero andaban con la mirilla igual de desviada.

Tuvo que ser un voleón de Gavilán, que poco a poco recupera las sensaciones después de los 10 meses que se tiró lesionado tras romperse la rodilla izquierda el pasado marzo, el que acabara con la resistencia de Toño, de largo el mejor del Racing. Gripado sin Munitis, sin una hoja de ruta clara, el cuadro norteño no sacó tajada del empacho de balón de Rafa al cuarto de hora: en una acción esperpéntica, el zaguero quiso sacar la pelota jugada y su pase lateral al Cata Díaz lo interceptó Adrián, que rápidamente asistió a Stuani para demostrar que no solo sabe marcar de penalti. La respuesta del Getafe no se hizo esperar. Luis García castigó a Rafa con la ducha y el conjunto azulón siguió dominando el cuero, con Miku y Güiza creando huecos, pero sin aprovechar los pases en profundidad de Míchel. La volea de Gavilán premió la perseverancia del club madrileño, que tras un carrusel de goles cantados mandados al limbo o desviados por Toño hizo el segundo en un remate de Miku que pegó en un defensa.

Al final, Moyá salvó los tres puntos para un Getafe al alza, y que acumula cinco duelos sin perder, tras desviar como buenamente pudo los latigazos de Tziolis, Kennedy y Diop.