"Los jugadores se están encontrando con ellos mismos"
Simeone resalta la "intensidad" y "atención" del Atléticoante el Villarreal en su debut como técnico en el Calderón
El Cholo regresó al Calderón y el Atlético volvió a ganar justo un mes después de hacerlo por penúltima vez (3-0 al Rennes el 15 de diciembre). La vuelta de Diego Pablo Simeone a los siete años y dos meses de vestir por última vez la camiseta rojiblanca -frente al Zaragoza en noviembre de 2004, con César Ferrando en el banquillo- tuvo un efecto estimulante en un plantel que contaba una victoria en sus últimos seis partidos oficiales. "Me encontré una gran recepción, y obviamente la responsabilidad crece aún con un campo como el Calderón lleno. La afición del Atlético está y siempre estará ahí... Agradezco las muestras de alegría, pero tenemos que ir despacio, nos estamos conociendo. Eso sí, me entusiasma la gran predisposición de los jugadores para lo que les planteamos; los jugadores se están encontrado con ellos mismos", expuso el preparador argentino.
"¡Ole, ole, ole, Cholo Simeone!", coreó la grada en varias ocasiones a lo largo del encuentro, siempre como epitafio a los goles de Falcao. El matador colombiano ya le hizo cinco al conjunto amarillo en las semifinales de la pasada Liga Europa, donde fue vital para la coronación del Oporto. "Cuando coincidimos en River era muy joven. Radamel ha crecido muchísimo en su paso por Portugal, hizo un trabajo extraordinario. Hay que exigirle porque tiene para dar", le alabó el sucesor de Gregorio Manzano. Intenso como es, al Cholo le costaba respetar los márgenes de la zona delimitada al banquillo. El técnico argentino, de 41 años, no paró de moverse, de deambular de un lado para otro mientras exigía intensidad y presión a los jugadores, que en dos semanas con Simeone han cambiado radicalmente la actitud. "El partido ha sido importante sobre todo por la intensidad que se vio, porque fuera tan alta, porque el Villarreal basa su juego en la posesión, y destaca por los futbolistas que tiene sobre todo de media cancha hacia adelante. Por eso buscamos un ritmo alto y se puso mucha atención a cada acción. Para jugar con intensidad hay que jugar con atención", comentó Simeone. El Atlético no ganaba en la Liga sin encajar un gol desde mediados de septiembre, con sendos 4-0 a Racing y Sporting. El primer remate del Villarreal llegó a los 65 minutos tras un chutazo de Zapata. El segundo y último lo firmó Nilmar en el descuento.
El cuarto partido del Atlético como local a las doce de la mañana -es el equipo que más juega en ese tramo horario junto a Rayo Vallecano y Real Sociedad- arrancó con un ambiente distendido, con los puestos de venta callejeros vendiendo bufandas del Cholo y los alevines del club dando la vuelta al estadio del Manzanares. "¡Campeones, campeones!", homenajeó la hinchada a los cachorros que se proclamaron ganadores del torneo de Arona (Canarias) el pasado diciembre. El equipo de los hermanos Obama, que venció en la final precisamente al Villarreal, dio la rueda al estadio entre vítores. La verbena siguió hora y media después, con el Atlético lanzado y el Villarreal hundido. "En el partido contra el Málaga llevábamos siete entrenamientos, es lógico que el equipo necesitara tiempo para acomodarse a un cambio de entrenador. Se pudo haber ganado, lo vi como un buen partido. El de hoy fue diferente porque estuvimos más agresivos, atentos defensivamente, con Arda, Adrián, Falcao y Diego permitiéndonos jugar alto", enfatizó Simeone, encantado con el enganche brasileño: "Diego es un jugador extraordinario. El nivel de intensidad que le dio al partido hace que se espere mucho de él. Es diferente, puede jugar en más de una posición sin perjudicar a su talento".
Mientras Simeone irradiaba optimismo, a José Francisco José Molina, su homólogo en el Villarreal y compañero en el cuadro que se proclamó campeón de Liga y Copa en 1996 con Radomir Antic a los mandos, le sucedió lo contrario. "Agradezco el cariño de la grada, pero no me deja ningún sabor dulce. El mío es un trago amargo total tras hacer un partido malo y un resultado malo. Tenemos que mejorar en todo, hay que dar mucho más. No hemos tenido intensidad y nos ha faltado ambición. Teníamos el balón pero sin profundidad ni hacer daño", expuso Molina, otro de los héroes del doblete. El Villarreal lleva seis duelos sin ganar en el campeonato, con tan solo dos puntos cosechados de los últimos 18.
"Si al talento le unimos intensidad, estamos más cerca de ganar", sentenció por su parte Simeone como colofón a una mañana festiva, en la que los tradicionales cánticos contra la gestión de la directiva solo se escucharon hacia el final, sin el entusiasmo de anteriores ocasiones. Lo que sí hubo fue, sorpresa, abucheos contra Reyes, uno de los favoritos del Calderón hasta su traspaso al Sevilla. "¡Reyes muérete!", gritaron los ultras del Frente Atlético. La ovación de la jornada se la llevó Diego tras anotar el tercer gol del Atlético. Simeone, atento a la grada, le sustituyó por Pizzi, que rompió a aplaudir la labor del mediapunta cedido por el Wolfsburgo.
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