Al Madrid se le altera el guion

Rudy no se quiere quedar con la ganas de triunfar en su aventura americana. El escolta mallorquín ha interpretado en positivo su cambio de rumbo de Dallas a Denver mientras que en el Madrid torcían el gesto al confirmarse la noticia. En su nuevo destino dispondrá de un escaparate menos lujoso para lucir sus cualidades, pero a cambio le han prometido unas cuotas de protagonismo que difícilmente hubiera alcanzado en el vigente campeón. "...Ahora a seguir mejorando y a aprender de uno de los mejores entrenadores", publicó el escolta en su cuenta de twitter tras concretarse su traspaso. Era su particular guiño a George Karl, que en contacto con su nuevo jugador le confesó que encaja a la perfección en el sistema y la dinámica que busca para su equipo.

De un plumazo, los avatares del mercado de fichajes estadounidense han destartalado la hoja de ruta que tenía programada el Madrid para que el internacional regresara al club incluso antes del próximo verano. Durante y después del lockout, el conjunto blanco había explorado, con tanta cautela como denuedo, las vías de "rescate" de Rudy una vez que se reincorporase a la NBA. El escenario que dibujaban los gestores madridistas pasaba por la llegada del jugador a Dallas donde, presumiendo que no tendría un rol destacado en el equipo, la voluntad de Rudy se acabaría decantando por retomar en el menor plazo posible su, "breve pero inmejorable" periplo en Madrid. Los blancos se habían comprometido con gusto a estar al quite. Ahora su traspaso a Denver supone un giro de guión que trastoca los planes madridistas y retrasa las expectativas de recuperar a su estrella fugaz.

Una sola conversación con George Karl, le ha valido a Rudy para garantizarse sus dos condiciones indispensables para reemprender con ímpetu su carrera en Estados Unidos: consideración y minutos. "Quiero demostrar el jugador que soy", recalcó antes de partir. Las posibilidades de que el escolta recurra al buy-out (rescisión pactada del contrato renunciando a parte o la totalidad del salario) en Denver son remotas y el Madrid lo sabe. Desde el club blanco se reitera que están a expensas y a disposición del jugador con la única certeza del compromiso de tres años que firmaron con el jugador el pasado verano, condicionado, sin cláusulas de por medio, a su voluntad de regresar a Europa.

Pero Rudy tiene una cuenta que saldar en la NBA. La de sentirse protagonista. En su primer curso, se convirtió en el primer jugador europeo de la historia en ser designado para participar en un concurso de mates de la NBA tras ser elegido por los aficionados. Y homenajeó a Fernando Martín luciendo la camiseta del mítico 10. Esa primera temporada también quedó marcada para Rudy por establecer el récord de triples de un novato al conseguir 159, anotando al menos un triple en 72 de sus 78 partidos. Pero a partir de ahí su carrera languideció. Su segundo año fue más que discreto y, aunque la pasada campaña, su tercera en la NBA, retomó la confianza de McMillan y aprovechó los minutos que le brindó la lesión de Brandon Roy, cerró el curso con 8,6 puntos, 2,2 rebotes y 2,5 asistencias en 23,3 y una participación decreciente en los playoffs. "Me han garantizado minutos que es lo más importante. Son cuatro meses de competición y luego espero que lleguemos a los playoffs. No pienso más allá de eso". En Denver buscará revancha. En el Madrid esperan y le esperan.