La revolución de Villas-Boas

Frank Lampard, uno de los grandes estandartes del Chelsea en la última década, observó atónico cómo su entrenador, Andre Villas-Boas, le cambió antes que Oriol Romeu y Ramires. Enrabietado, abandonó el césped lentamente, negando con la cabeza, contrariado. Una vez en el banquillo, se sentó entre Fernando Torres y Malouda, otros dos pesos pesados del equipo, que le aguardaban con semblante igualmente sombrío. La escena, ocurrida en la victoria del Chelsea al Newcastle (0-3), sirve para ejemplificar el cambio generacional en Stamford Bridge que comanda Villas-Boas. Tras el encuentro, el portugués anunció que el club acababa de aceptar los transfers requests de otros dos veteranos: Anelka y Alex. Dos despedidas que se unen a la de Drogba, que ya anunció la semana pasada que al final del curso no renovaría con el club blue.

Las peticiones oficiales del delantero francés y del central brasileño para que el Chelsea les deje salir en el próximo mercado invernal llegan después de que Villas-Boas decidiera apartarles de los entrenamientos del primer equipo. "La conversación con ellos fue limpia y directa", reveló más tarde el técnico; "son grandes profesionales y su profesionalidad e integridad no han estado nunca en cuestión, pero debido a los últimos resultados y a su estado de forma, decidimos intentar mantener al grupo unido y asignarles un horario de entrenamiento diferente a ellos. Sus transfer requests han sido aceptados, pero eso no significa que se vayan a ejercer, y si no es así, volverán al equipo con normalidad".

A pesar de que atraviesa un momento difícil, descabalgado de la pelea por la Premier, eliminado de la Carling Cup y con una posición muy comprometida en la Champions, a Villas-Boas no le ha temblado el pulso a la hora de tratar con dos de sus jugadores más veteranos, presentes en el equipo que ganó la Liga por última vez (2010) y en el que perdió la final de la Liga de Campeones en los penaltis contra el Manchester United en 2008. Aunque el portugués no haya cerrado las puertas a la posible permanencia de Alex y Anelka, no parecen que vayan a quedarse. Al francés no le faltan las novias. El exjugador del Madrid ya ha sido vinculado a varios equipos, entre ellos el Senhua, chino, y el Anzi, ruso.

Villas-Boas está compensando la pérdida progresiva de minutos y galones de los veteranos con la transfusión paulatina de sangre nueva al equipo. El Chelsea invirtió en el último mercado de fichajes casi 90 millones de euros en jugadores muy jóvenes en su mayoría. Desde España aterrizaron el campeón del mundo Juan Mata (23 años) y Oriol Romeu (20) -el asturiano es un habitual en las alineaciones desde el principio del curso, mientras que el catalán ha sido titular en los dos últimos partidos-, y desde Bélgica, el ariete Lukaku (18) y el meta Courtois (19), cedido después al Atlético. También llegó Ulises Dávila (20), que se desempeña a préstamo en el Vitesse, holandés. También volvió de su cesión en el Bolton el delantero Sturridge (22), autor de siete goles en 15 partidos (Anelka ha logrado uno en 15 apariciones). En la zaga, está plenamente asentado el portugués David Luiz (24), que llegó en el último mercado de invierno. Todo un cambio generacional dirigido a crear un equipo para el futuro. Es el pulso de Villas-Boas. Queda por ver la paciencia de Abrámovich.

Otros resultados: Premier: Manchester City, 5 - Norwich, 1. Wigan, 0 - Arsenal, 4. Tottenham, 3 - Bolton, 0. Blackburn, 4 - Swansea, 2. QPR, 1 - West Bromwich, 1. Bundesliga: Bayern Múnich, 4 - Werder Bremen, 1. Moenchengladbach, 1 - Dortmund, 1. Friburgo, 1 - Hannover, 1. Kaiserlautern, 1 - Hertha, 1. Wolfsburgo, 2 - Mainz, 2.Stuttgart, 2 - Colonia, 1. Serie A: Inter, 0-Udinese, 1.