Otra joya de la factoría de Mazinho

Fue hace nueve años, tras colgar las botas después de un fugaz paso por su país en el Vitoria de Bahía, cuando Iomar do Nascimento Mazinho decidió que su futuro estaba en España, en Vigo, la ciudad en la que posiblemente ofreció sus mejores años como profesional y donde planteó a un amigo, Adalberto Machado, formar una escuela de fútbol. Machado no era una advenedizo. Lateral zurdo del Flamengo entre 1983 y 1990 jugó casi 200 partidos con un equipo de ensueño en el que Zico manejaba el centro del campo y Bebeto culminaba. Pero se pasó demasiado tiempo en la enfermería: una brutal entrada en septiembre de 1986 le partió la tibia y una mala recuperación le lastró. Estuvo año y medio parado, pero aprovechó el entretiempo para casarse. Cuatro años después nació Rodrigo, que cuando su padre aceptó la propuesta de Mazinho y se mudó a Vigo llegó a Galicia como un niño brasileño. Hoy es un delantero español, tres veces goleador ante Estonia con la selección sub 21. "Llegará su hora con los mayores. Está en el mejor camino", apuntó esta semana el seleccionador, Vicente del Bosque, a la prensa portuguesa.

Allí, en el Benfica, deslumbra Rodrigo, inmune a los vaivenes de su carrera futbolística. Formado en el fútbol base del Flamengo, se se trasladó a Vigo con 12 años. Tenía un talento descomunal que se unió al de Thiago para trazar diabluras en el Ureca, un modesto club de Nigrán que desafió y venció al Celta en categoría infantil. "Pero la Escuela de Fútbol duró tres años. Luego el Barcelona vino a por Thiago y yo me fui con él", recuerda Mazinho. Adalberto encontró trabajo en el Celta como descubridor de talentos y Rodrigo creció con la camiseta celeste hasta que hace dos veranos atendió una oferta del Real Madrid. Le quedaba un año en juvenil, pero en apenas seis meses ya había transitado del sub-19 al C y de ahí al Castilla, en Segunda B.

"Es sobre todo muy vertical", incide Mazinho. "Como Thiago y mi otro hijo, Rafinha, ha jugado a fútbol sala y tiene ese aire de quien lo ha practicado Pero además es muy rápido, tiene un disparo potente y va bien de cabeza". El Madrid le traspasó al Benfica en seis millones de euros y una cláusula de retorno por el doble de esa cantidad. Tras una cesión al Bolton, se ha consolidado como titular en el Benfica. "Tiene las cualidades innatas del rematador", dice el seleccionador sub 21, Luis Milla.