Loeb estira su reinado

La multitud de castañazos que Kimi Raikkonen se ha dado en los últimos años en las pruebas del campeonato del mundo de rallies (WRC) desde que abandonó la fórmula 1 en 2009, le permiten a uno hacerse una idea de la dificultad que supone circular a todo trapo con un coche de carreras por caminos y carreteruchas. Raikkonen fue campeón del mundo con Ferrari en 2007 y su mejor resultado en estos dos últimos años ha sido la quinta posición que logró en el Rally de Turquía de la pasada temporada. Su discreto rendimiento en esta disciplina le ha llevado a entablar conversaciones con Williams, que le quiere atar con vistas al próximo curso.

El caso de Ice Man [hombre de hielo] es diametralmente opuesto al de Sebastian Loeb, que esta tarde, con el Rally de Gran Bretaña en marcha, se ha proclamado campeón por octava vez consecutiva. El abandono forzado de Mikko Hirvonen, que esta mañana ha sufrido un accidente y ha dañado el radiador de su Ford Fiesta, le ha despejado el camino al piloto francés, de 37 años, que de esta forma prolonga otro año más la hegemonía de Citroën, rey indiscutible del certamen desde 2004, cuando este ex gimnasta y su inseparable copiloto, Daniel Elena, se coronaron por primera vez.

A diferencia de lo ocurrido en el campeonato del año pasado, en el que Loeb arrasó y se impuso en ocho de las 13 carreras, la competencia ha sido mucho más elevada esta vez, básicamente por el buen rendimiento que ha ofrecido el Ford de Hirvonen. Si finalmente consigue defender el liderato que en estos momentos posee en esta, la última parada del Mundial, Loeb cerrará el año con seis triunfos, por los cinco de su compatriota y tocayo, Sebastian Ogier, también con Citroën, y los dos de Hirvonen.