Bautista pilotará la moto de Simoncelli

La tercera Honda de la parrilla, la que dejó huérfana el fallecido Marco Simoncelli, ya tiene dueño. Después de que Suzuki anunciara oficialmente esta mañana que no renovaría el contrato con el piloto Álvaro Bautista, el español quedó liberado contractualmente con la marca japonesa. Circunstancia que le permitió, en primer lugar, probar en el circuito Ricardo Tormo de Cheste la Honda RC212V, concretamente la 800cc que ha llevado este año Hiroshi Aoyama. Además, fue el primer indicio antes de hacerse público un segundo comunicado, el que llegaba desde el equipo San Carlo Honda Gresini: Bautista será su piloto para el 2012 y heredará así la moto de Supersic.

"Es un piloto muy rápido y de una personalidad encantadora. Estoy seguro de que encajará perfectamente en este grupo de trabajo y de que viviremos grandes experiencias juntos", señalaba Fausto Gresini en esa nota. El piloto, por su parte, ofrecía sus primeras declaraciones en el comunicado remitido por Suzuki, donde decía estar triste por dejar un equipo y un grupo de amigos: "Ha sido difícil a veces, pero nunca nadie desistió, siempre he sentido que tenía el apoyo de todos".

La trágica muerte de Simoncelli en el Gran Premio de Malasia, llorada por todos, no puede detener el pulso del espectáculo del motociclismo, y el lunes rodaban ya en Valencia las Moto2 y Moto3 del futuro; desde ayer, además, se realizan los primeros tests de MotoGP después del Mundial. Y en el taller del equipo de Fausto Gresini se recuperó el movimiento anoche, cuando empezaron a preparar la moto de este curso para las primeras pruebas con su nuevo piloto, que aunque no podrá todavía probar el prototipo de 1000cc, tendrá una primera toma de contacto con una montura similar y con su futuro equipo, a la cabeza del cual estará el mecánico español Antonio Jiménez, que será de mucha utilidad para adelantar trabajo de cara a este invierno.

La casa japonesa Honda, que siempre estuvo muy interesada en el de Talavera de la Reina, y sobre todo el conjunto satélite LCR, dirigido por Lucio Cecchinello, empezaron las negociaciones con Bautista este verano, a mitad de la temporada. El buen trabajo del toledano, de 26 años, en su estreno en la categoría de MotoGP con la Suzuki el año pasado, al lado de Loris Capirossi, y la genial labor de desarrollo de la moto oficial con menos recursos de la parrilla este curso le han valido para postularse como uno de los grandes fichajes para 2012, cuando MotoGP estrene reglamento: aumentará la cilindrada a 1.000cc e incorporará las llamadas CRT, motos con motor de serie y chasis casero cuyos costes son mucho menores, que convivirán con las Honda, Yamaha y Ducati de turno.

A Bautista le han llovido las ofertas. Además del LCR, también el equipo satélite de Yamaha, el Tech3, se interesó por él. El español siempre puso por delante a su equipo actual, Suzuki, del que esperaba una confirmación sobre su continuidad y donde sería el número uno de la fábrica. Sin embargo, la situación económica de la marca japonesa no es buena y esa confirmación no ha llegado.

Suzuki, que ayer dio a probar su moto de 2011 a Randy de Puniet, hasta ahora en Pramac Ducati, no ha ratificado su presencia en la parrilla la temporada que viene. Y Bautista se negó a hacer ayer unas pruebas que consideraba poco útiles. Así las cosas, después de que el Tech3 optara por fichar a Andrea Dovizioso, y tras la desaparición de Simoncelli, eran los dos satélites de Honda, LCR y Gresini, los que pujaban por Bautista. Y Álvaro se ha decantado por coger el relevo del italiano en Gresini. Su primer test, sin embargo y como es lógico, indica que le queda mucho trabajo por delante, a algo más de dos segundos de Pedrosa, el más rápido esta mañana antes del parón para la comida.

Bautista, campeón mundial de 125cc en 2006, ha cuajado una buena temporada pese a los resultados finales: tres ceros en Japón, Australia y Valencia. Fue quinto en Reino Unido y sexto en Indianápolis y Aragón. Además, sus caídas en Japón y Australia, donde se clasificó tercero, se produjeron por ansiar acercarse al podio con una montura que difícilmente está para competir con Honda y Yamaha.

El baile de fichas, iniciado ya por Bautista, podría incluir, además de a De Puniet, al campeón de Moto2, Stefan Bradl, que ayer probaba la MotoGP de LCR por vez primera. Finalizó los tests con la de 800cc a poco más de dos segundos de Dani Pedrosa, el más rápido con la nueva de 1.000cc. Hoy repite. Y espera dar una buena impresión porque la muerte de Simoncelli le abre también una puerta a él, que quiso subir a MotoGP con su equipo, el Kiefer Racing, pero no disponían de suficiente dinero.