Tino Costa manda en el derbi
El Valencia domina el duelo ante el Levante gracias a la pegada del mediocentro argentino
La riqueza de la plantilla del Valencia tomó cuerpo en el Ciutat de València. Emery agarró hace un par de semanas de la pechera a Tino Costa por su falta de implicación: el mediocentro argentino se sentía excluido, eclipsado por el momento dulce de Banega. Pues bien, lesionado Banega, surgió Tino Costa y resolvió el derbi, primero con un pase medido y después con un disparo envenenado. Facilitado por la rigidez del portero Munúa al reaccionar. Con dos goles por delante, el Valencia se fio de la magnífica pareja de centrales, Rami y Víctor Ruiz, y, cómo no, de Guaita, muy fino toda la noche. Mucho más modesto de armario, el Levante recurrió a su equipo de gala, pero no pudo sobreponerse a la pegada de su vecino, ni al regalo de su portero en el segundo tanto.
LEVANTE, 0 - VALENCIA, 2
Levante: Munúa; Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran; Xavi Torres, Iborra (Aranda, m. 55); Valdo, Barkero (Farinós, m. 77), Juanlu (Rubén Suárez, m. 67); y Koné. No utilizados: Navas; Pedro López, Del Horno y Pallardó.
Valencia: Guaita; Bruno (Barragán, m. 15), Rami, Víctor Ruiz, Mathieu; Feghouli (Pablo Hernández, m. 82), Albelda, Tino Costa, Jordi Alba; Aduriz y Soldado (Piatti, m. 74). No utilizados: Diego Alves; Bruno, Topal, Parejo y Jonas.
Goles: 0-1. M. 31. Javi Venta, en propia puerta. 0-2. M. 50. Tino Costa.
Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Iborra, Jordi Alba, Ballesteros, Munúa, Xavi Torres, Nano, Rami y Aranda.
Unos 25.000 espectadores en el Ciutat de València. Ocho aficionados del Valencia fueron hospitalizados con heridas leves por la caída de una valla.
La riqueza de la plantilla valencianista tomó cuerpo en el Ciutat de València
La inseguridad del portero Munúa contrastó con la firmeza de Guaita
A pesar de que el conjunto granota salió sin complejos: Barkero le tiró un caño al capitán Albelda antes de pasar atrás en el primer minuto. El remate de Juanlu lo repelió Guaita cerrando las piernas. El Valencia juntó las líneas y jugó cómodo la primera parte. Consecuencia de que Albelda y Tino Costa marcaron el ritmo. Cortaron las contras granota y asentaron un dominio salpimentado con ocasiones porque tanto los interiores, Feghouli y Jordi Alba, como los delanteros, Aduriz y Soldado, encontraron una vía punzante. Sin Banega, el Valencia fue mucho más directo, como en el pase de Tino Costa que abrió la lata a la media hora. Al primer toque, con el interior del empeine, el mediocentro argentino envió un balón vertical a la entrada interior de Jordi Alba, que pugnaba con Javi Venta. En su afán por impedirle el remate, el veterano lateral asturiano tocó el cuero con la suela de la bota y lo precipitó al fondo de la red. Curioso el caso de Jordi Alba: puesto que como interior izquierda no podía competir con Silva ni Mata, Emery lo reconvirtió en la lateral; ahora que Del Bosque le dio galones como zaguero zurdo, el técnico del Valencia lo devuelve a su posición original.
El gol reconocía el mayor peso valencianista en el primer periodo. Tras un comienzo esperanzador, el Levante se contagió del exceso de revoluciones con el que tanto Ballesteros como Juanfran, dos de sus líderes, afrontaron en el encuentro. Es como si ambos, granota desde juveniles, hubieran interiorizado hasta la médula la relevancia del derbi y hubiesen salido a disputarlo excesivamente cargados de tensión.
Tino Costa tenía su día y, en la falta desde la frontal al inicio de la segunda parte, contó con la colaboración primero de la barrera, desviando ligeramente el balón, y después de Munúa, que calculó fatal el cambio de trayectoria del esférico. Lesionado Bruno al cuarto de hora por un plantillazo de Juanfran, Barragán le dio mucha vida al conjunto de Emery por el carril derecho, tanto en defensa como en ataque.
Con todo perdido, Juan Ignacio Martínez, JIM, aligeró la contención en su centro del campo (Iborra) y dio paso a un delantero más, Aranda, a fin de quemar las naves granotaen el área valencianista. Barkero retrasó su posición junto a Xavi Torres y el Levante empezó a atacar en tropel. Sin éxito, porque el Valencia confía mucho en sus centrales y, sobre todo, en su portero, otra vez decisivo en un disparo de Aranda. El Ciutat de València pidió dos penaltis por mano de Albelda, ignorados por el árbitro. El Valencia especuló en el segundo periodo, a excepción de Feghouli, que iba a la suya, tratando de sortear defensas, a golpe de cintura, toda la noche. Viene de crecida el interior franco-argelino, cada día un poco mejor, y es un descubrimiento atribuible a Emery. Al final, los capitanes, Ballesteros y Albelda, se enzarzaron y después se saludaron cortésmente, en el derbi más seguido de las últimas décadas.
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