La campeona se condena

En un partido trabado, Australia ha conseguido la clasificación para las semifinales eliminando a Sudáfrica (9-11) y, por primera vez en la historia de la Copa del Mundo de rugby, no habrá ninguno de los dos últimos finalistas en la penúltima fase. Una sorpresa, sobre todo, por cómo se ha desarrollado el partido, que han dominado en juego los sudafricanos, pero en el que los Wallabies han hecho valer la ventaja que han conseguido en los primeros compases.

Australia ha sorprendido a una Sudáfrica extrañamente lenta, sobre todo en la primera parte, con un cambio en su plan de juego. Los australianos han pasado de su habitual estilo osado a la mano a un despliegue más físico con la intención de esperar a los Springboks en su campo y apoyarse en una defensa sólida. Un contrapie táctico que no se esperaban los vigentes campeones del mundo, como ha reconocido su entrenador, Peter De Villiers, en el descanso. Los de verde y oro, además, hoy se han mostrado especialmente desatinados en una de sus jugadas más características, las melés abiertas y los apoyos. La lentitud sudafricana la han aprovechado los Wallabies para resistir en las embestidas de los Springboks, robar balones y salir al contragolpe. En uno de esos robos ha llegado el ensayo australiano. El apertura Quade Cooper, muy disperso todo el encuentro, ha conseguido meter a los sudafricanos en su zona de peligro. Los Springboks no han sabido proteger el balón y han acabado por recoger el balón de su zona de marca. Esos cinco puntos y un golpe de castigo tres minutos después han marcado el partido.

Ha sido lo único en ataque que ha ofrecido Australia, que una vez por delante en el marcador, ha dado un paso más para atrás, cediendo totalmente el balón y el campo a su rival. Eso ha parecido un error, Sudáfrica es un diésel, y ha tardado casi 40 minutos en sacar rédito a su juego, pero, poco a poco, ha empezado a sentirse más cómoda, a llegar mejor a los puntos de contacto, a perder menos balones y pese a que su pateador, Morne Steyn no ha tenido su mejor día (ha fallado la mitad de sus intentos de tiros a palos), ha conseguido darle la vuelta al marcador con dos golpes de castigo y un drop a los 15 minutos de la reanudación. Ya en los primeros minutos de la segunda parte se ha visto que los Springboks carburaban mejor, cuando el árbitro les ha anulado un ensayo por un pase adelantado. Ha acertado el árbitro y se han asustado los australianos, que seguían sin crear peligro a unos sudafricanos cada vez más dominantes.

Pero, de nuevo una jugada aislada en ataque de los australianos ha vuelto a dar la vuelta al marcador y a la eliminatoria. Los Springboks han cedido un golpe de castigo a menos de 40 metros de su portería, y el joven James O'Connor no ha fallado y le ha dado la clasificación a Australia en el minuto 72. Demasiado cerca del final para Sudáfrica, que no podrá defender su título, pese a dominar el juego. Gran premio para Australia que, pese al pase y tras clasificarse segunda de grupo, no ha despejado las dudas que genera un equipo muy joven.