Cruce de emergencias

El Cartagena no sale de la pesadilla en una temporada que desde el club se había planificado para que fuese de ensueño. Después de destituir hace dos semanas a Paco López, el entrenador que comenzó la campaña en el banquillo del Efesé, su sustituto, Javi López, tampoco ha dado de momento con la fórmula adecuada y el pasado fin de semana el equipo blanquinegro sumó, frente al Alcoyano, su sexta derrota en seis partidos esta temporada. Ya es el peor colista de Primera y Segunda de las grandes Ligas europeas y la tensión se palpa en la ciudad. Ángel Quirantes, el director deportivo que dimitió hace un mes y pasó a ser ojeador, ha abandonado esta semana definitivamente el club; algunos aficionados insultaron a dos jugadores tras el último partido y una persona fue detenida; y el presidente, Paco Gómez, tuvo que asumir hace unos días la culpa de la situación. El mal rumbo se puede enderezar si el equipo gana este domingo (18.00, Canal+Liga / Gol Tv) en un partido con aires de tragedia. Su rival, el Gimnàstic, todavía no ha ganado, solo ha sumado dos puntos, y el crédito de su entrenador, Juan Carlos Oliva, se está acabando. Uno de los dos equipos saldrá aún más tocado después del encuentro.

"Es un partido fundamental para nosotros y hay que afrontarlo como un partido trampa. El hecho de calificar al Cartagena de colista es un error. El equipo está confeccionado para estar muy arriba", explica Josep María Nogués, director deportivo del Gimnàstic, quien achaca la mala situación del equipo a la plaga de lesiones que arrastran desde la pretemporada. Ocho jugadores del club catalán han pasado por la enfermería desde que comenzó el curso: Xisco Campos, Ruz, Peragón, Longás, Alex Ortíz, Rodri, Álvaro Rey, Powel y Tuni. "Confeccionamos una plantilla corta, de 22 jugadores, de los que cuatro estaban en el filial la temporada pasada. Si a esa plantilla, que ya es corta de por sí, le restas las ocho bajas que hemos tenido, todas ellas de gente importante, el resultado es que salir adelante así es complicado", subraya. Para intentar remediar la situación, el Nàstic anunció esta semana el fichaje de Kome, exjugador del Tenerife, que estaba sin equipo. El futbolista camerunés, sin embargo, no pasó el reconocimiento médico por problemas en una rodilla.

Oliva sí puede contar con Longás, ya recuperado de su lesión, que vivirá un partido especial al enfrentarse a su exequipo, el Cartagena. "Les veo muy regular. Hablo con algún excompañero y no se explican por qué están así", reconoce. "Por plantilla, el equipo debería aspirar al playoff, pero ahora hay que ir poco a poco, tratando de salir de ahí abajo", explicaba hace unos días el jugador blanquinegro Juan José Collantes. "Nadie está pensando más allá del siguiente partido y de la importancia que tiene, como si no hubiese nada más después. Hay que sacar algo positivo", reconocía esta semana Álvaro Antón.

En lo que coinciden en el Nàstic y en el Cartagena es en que, llegados a esta situación, el factor psicológico es clave. "Físicamente estamos bien, trabajamos bien y en los partidos corremos más que nuestros rivales. Es lo psicológico lo que te impide intentar cosas nuevas que en otras ocasiones probarías, irte arriba...", explica Longás. En el mismo sentido se expresaba su rival Álvaro Antón: "La situación se ha ido complicando y puede pesar la falta de confianza, pero nos tenemos que agarrar a que al equipo algunos días se le han visto cosas". Los precedentes que tiene el Cartagena no invitan al optimismo. De las últimas 20 temporadas, el único equipo que llegó a la séptima jornada sin puntuar fue el Athletic B en la temporada 1995-96, que acabó descendiendo a 2ªB. En el séptimo partido, por fin empató. El Cartagena busca mejorar esa estadística.