"Milagros hay pocos"
Nadal, cansado, ha llegado en un avión privado a España y es duda para jugar el viernes las semifinales de la Davis ante Francia
"Mentalmente estoy bien, físicamente, complicado", dice Rafael Nadal cuando se le pregunta sobre si jugará este viernes en la primera jornada de las semifinales de la Copa Davis que enfrentan a España con Francia en Córdoba. "Hay cosas que no ayudan. Son cinco sets y un cambio de superficie en dos días (de cemento a tierra). Lo que no puedo hacer es lesionarme. Si no fuera por representar a mi país, no haría el esfuerzo de ir. Lo voy a hacer. Milagros hay pocos. Si no estoy bien, no estoy bien".
Nadal abandona a medianoche el Corona Park para subirse a un avión privado que le lleva directamente a España (el español ha llegado a Córdoba pasadas las seis y media de la tarde y tiene previsto entrenarse a las 19.30). Para entonces, en su equipo ya han confirmado que es improbable que compita el primer día de la eliminatoria, aunque, matizan, es una decisión que debe tomar Albert Costa, el capitán; y señalan, también, que las 4h10m de final han dejado sus piernas especialmente castigadas.
Para entonces, Djokovic se ha hecho con el título. Nadal ha sido derrotado. En Nueva York, sin embargo, no se acaba su pulso planetario. Hasta ahora, han sido seis partidos en seis finales, todos ganados por el serbio. Seis encuentros que han decidido dos torneos del Grand Slam y cuatro masters 1000, nada más y nada menos. Queda, sin embargo, un capítulo por rellenar entre dos rivales que se persiguen de un lado a otro, sobre cemento, hierba y tierra, despidiendo contrarios hasta volverse a encontrar el uno con el otro. España juega este fin de semana las semifinales contra Francia. Serbia, la campeona que defiende la Ensaladera, recibe a Argentina. La Federación Internacional, siempre neutral, sueña de puertas adentro con una final entre las dos potencias, que sería en Belgrado, y con Nadal y Djokovic enfrentándose en el quinto punto, un partido decisivo para definir el título.
No se descuida ningún detalle. La Federación española puso a disposición del mallorquín y los suyos un avión con el que desplazarse directamente a Córdoba, sin pasar por la aduana gracias a un permiso especial del Ministerio de Exteriores. Djokovic también tuvo todo tipo de facilidades para viajar a Serbia, donde es la gran figura deportiva del momento: como todos los miembros de su equipo, tiene pasaporte diplomático desde que conquistó la competición de selecciones en 2010.
Su duelo sería lo nunca visto. Durante un lustro de titánicos enfrentamientos, el suizo Roger Federer y Nadal jamás se cruzaron en la Copa Davis, donde queman los gritos de los espectadores y se lucha bajo ambientes eléctricos. Hubo una oportunidad, la primera ronda de la Davis 2010, un España-Suiza disputado en Logroño, pero ninguno de los dos acudió a la cita. Fue un síntoma más de cómo el calendario dificulta que los mejores participen de la competición, única por formato y sentimiento. Todo eso podría cambiar, dándole un impulso renovador a la presencia internacional del torneo, con un Serbia-España en la final....y un Djokovic-Nadal en el partido decisivo.
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