Una derrota inolvidable

Nicolas Mahut (Angers, Francia; 1982) empezó a jugar al tenis con cinco años y hace más de una década que compite en el circuito profesional. Más allá de su trayectoria, sin embargo, a día de hoy su nombre está irremediablemente asociado a un único partido. En 2010, el rival de Rafael Nadal en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos (a partir de las 21.30, C+ Deportes) protagonizó en Wimbledon junto al estadounidense John Isner el duelo más largo de la historia del tenis: 183 juegos, disputados durante casi 12 horas repartidas en tres días. El francés, que probablemente copó en aquellas fechas más titulares que en toda su carrera, acabó perdiendo el maratoniano duelo en un último set para el recuerdo (70-68). Su tenis desde entonces no se ha recuperado.

No tardó en llegar la primera gran decepción. Tras no ser invitado a participar en el Abierto norteamericano, Mahut fue eliminado en la fase de clasificación del torneo, quedando fuera del cuadro final. En realidad, exceptuando la categoría junior y el dobles, su trayectoria en el circuito del Grand Slam siempre ha sido discreta. Contando el actual US Open, el galo ha participado en 26 grandes y solo ha superado la primera fase en ocho ocasiones. Su mejor resultado lo logró en Wimbledon en 2006, cuando alcanzó la tercera ronda. Como junior, sin embargo, había ganado el torneo británico en 2000, un año después de imponerse en dobles en Flushing Meadows. Más allá de los grandes, los mejores resultados conseguidos por Mahut desde su histórico duelo contra Isner han sido las victorias logradas en Orleans y Courmayeur, ambos campeonatos del circuito Challenger. El francés, actual número 99 del mundo, llegó a ocupar el puesto 162 en la clasificación de la ATP.

En estas circunstancias, no parecen demasiado halagüeñas las perspectivas de cara a su enfrentamiento contra un tenista del nivel de Nadal, si bien existe un dato mínimamente esperanzador para Mahut, que ganó en el único precedente del choque. Fue en los cuartos de final de Queen's, en 2007. El francés se impuso sobre la hierba, su superficie favorita, por 7-5 y 7-6. Nadal, que entonces, como ahora, era el número dos del mundo, fue superado por su rival en casi todos los aspectos estadísticos del juego, si bien es cierto que había tenido que cerrar su partido de octavos ese mismo día por la mañana. Mahut acabó alcanzando la final, que perdió ante el estadounidense Andy Roddick.

Curiosamente, Nadal ya se ha medido este año al otro protagonista del partido más largo de la historia. El manacorí derrotó a Isner en otro choque larguísimo -más de cuatro horas- en su debut en Roland Garros. Ahora espera su turno Mahut, al que Isner definió como un "guerrero absoluto" y que afronta el reto tras haber vuelto a hacer gala de su carácter batallador en la primera ronda del Abierto estadounidense, en la que se impuso al colombiano Robert Farah tras perder los dos primeros sets (3-6, 6-7, 6-2, 6-4 y 6-0). Tras el partido contra Isner, Nadal, de quien Mahut asegura que es una inspiración para él, le felicitó por su espíritu ejemplar. Un año después, es el español quien puede sufrirlo en carne propia, aunque para ello el francés deberá despertar del letargo en el que le sumió su derrota más inolvidable.