El talento nómada de La Masia
Arteta, canterano del Barça y apodado 'Guardiolita' desde los 18 años, desembarca en el Arsenal para sustituir a Cesc
Cuando solo tenía 18 años, Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) se fue cedido del Barcelona al París Saint Germain y en la capital francesa le rebautizaron como Guardiolita. Su visión de juego, sus pases para otro joven muy prometedor, un tal Ronaldinho Gaucho, acreditaban la marca de fábrica de La Masia, donde se había formado desde los 14 años. Ayer, el mediocentro vasco protagonizó el último golpe de efecto del mercado británico al fichar para cuatro temporadas por el Arsenal. Después de seis cursos en el Everton (206 partidos y 35 goles), Arteta se va a Londres para intentar rellenar el vacío que dejó en la zona medular del conjunto de Wenger la salida de Cesc Fàbregas. El Arsenal paga 11 millones para tener, otra vez, un 4 del Barcelona como referencia.
El triunfo precoz en otro país -con el PSG entrenado por Luis Fernández jugó de titular desde el primer partido en la Liga y en la Champions- marcó su carrera. Una vez tronchado el cordón umbilical con el fútbol español, siguió fraguando su carrera lejos de las fronteras ibéricas. En 2002 el Glasgow Rangers, escocés, pagó al Barcelona nueve millones de euros por Arteta. Pese a desenvolverse en un campeonato menor respecto a otras grandes Ligas europeas, el medio nunca se arrepintió de esa etapa. "Para el Barça, teniendo a Xavi y Guardiola en ese momento a un nivel superior al mío, no tenía sentido darme una oportunidad. De haberme quedado, habría perdido dos años de fútbol y experiencia", explicó durante su etapa escocesa. En Glasgow se convirtió rápidamente en un ídolo. En su primera temporada marcó el gol decisivo para ganar la Liga y llevar al Rangers al triplete (ese año conquistó también la Copa y la Copa de Liga). Allí, le apodaron Spanish Héroe y Big Man. Sin embargo, decidió volver, para intentar no quedarse fuera del grupo de la selección; 40 veces internacional en las categorías inferiores de La Roja, nunca ha llegado a vestir la camiseta de la absoluta.
En España, sin embargo, no funcionó. Desembarcó en la Real Sociedad huérfana de Xabi Alonso pero solo coleccionó 15 partidos y un gol antes de volver al fútbol británico, esta vez en una Liga prestigiosa como la Premier y, curiosamente, en la misma ciudad adonde había emigrado Xabi Alonso, Liverpool, aunque con la camiseta del otro equipo de la ciudad portuaria, el Everton. Con los toffees alcanzó su plena madurez futbolística. Fue nombrado dos temporadas consecutivas mejor futbolista de su equipo y en 2007 fue galardonado con el premio Personalidad Deportiva del Año en Liverpool, un reconocimiento que no se otorgaba a un jugador del Everton desde que lo consiguiera Wayne Rooney en el 2003. "Creo que he hecho lo mejor para el Everton. Siempre luché duro, he sido profesional y estoy agradecido por el apoyo y el cariño que el club y los aficionados me han ofrecido", ha escrito el futbolista en su mensaje de despedida en la página web del club de Liverpool. Sin embargo, nunca llegó la añorada llamada de la selección. "Puede que me falte escaparate", dijo en 2007, cuando Luis Aragonés frustró otra vez sus esperanzas al no incluir su nombre en la lista.
Escaparate que no va a faltarle ahora, fichado por uno de los clubes más laureados de Inglaterra y con la posibilidad de jugar la Liga de Campeones, un escenario que Arteta no vive desde sus años en el Glasgow Rangers. "Este es un gran desafío, diferente y nuevo para mí y me quiero ver en la mejor competición, la Liga de Campeones", ha declarado el mediocentro; "con 29 años no me quedaba demasiado tiempo para tener una oportunidad así". Su objetivo es ayudar a la afición gunner a olvidar la pérdida de Cesc. Un reto difícil pero no imposible para Arteta, acostumbrado a las comparaciones con los 4 azulgrana desde sus primeros pasos en el fútbol internacional.
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