Medalla de quita y pon

Poco le ha durado sobre el cuello la medalla de oro al cubano Dayron Robles. Apenas una hora después de proclamarse campeón del mundo de los 110 metros vallas en Daegu, la organización ha anunciado su descalificación por dar un manotazo al atleta chino Liu Xiang, que entró tercero, en el paso de la última valla.

La expectación para la carrera era máxima, ya que reunía a los tres hombres más rápidos de todos los tiempos en la especialidad: Robles, plusmarquista mundial con 12,87s; Xiang, segundo con 12,88s y David Oliver, tercero con 12,89s. La carrera, muy reñida, respondió a las expectativas, aunque el estadounidense Jason Richardson dio la sorpresa y se coló entre los mejores ante la decepcionante actuación de su compatriota Oliver, que fue quinto.

Robles fue el primer en parar el cronómetro, en 13,14s; seguido por el Richardson (13,16) y por Xiang (13,27). Sin embargo, nada más cruzar la meta, Robles fue a abrazar al corredor chino con aire de disculpa, consciente de que le había entorpecido cuando este acababa de tomar la delantera al golpearle con su brazo derecho en el paso de la última valla, frenando y relegando a la tercera posición a un Xiang que recorrió los últimos metros con la mirada fija en Robles. El atleta caribeño se llevó una mano a la cabeza nada más concluir la prueba y en su tibia celebración se notó el temor a lo que finalmente terminó ocurriendo. La delegación asiática protestó por lo sucedido y los jueces le han dado la razón, por lo que Richardson se queda con el oro y Xiang con la plata. El otro beneficiado es el británico Andrew Turner (13,44s), ahora medalla de bronce.

Cuando parecía que Robles se conseguía sacar la espina de pasados Mundiales -hace dos años se quedó fuera de la final en Berlín- y conseguía olvidar unos meses marcados por las lesiones que le hicieron replantearse su carrera, la eliminación supone un nuevo varapalo para el atleta cubano.