Marcelinho será el sustituto de Ricky

Pese a la discreta última temporada que Ricky Rubio ha protagonizado antes de marcharse a Minnesota para probar suerte en la NBA, el hueco que el fenómeno de Masnou ha dejado en la plantilla del Barcelona necesitaba ser tapado con un jugador de primer orden. Después de rastrear el mercado a fondo, el conjunto azulgrana se ha decantado por Marcelinho Huertas (Sao Paulo, Brasil; 1983), el hasta ahora base del Caja Laboral, que ha firmado por el conjunto que dirige Xavi Pascual para las próximas cuatro temporadas.

El creador de juego llega refrendado por el título liguero que le birló contra pronóstico a su nuevo equipo en 2010 y por su presencia en el quinteto ideal de la ACB el último curso, como mejor base, tras promediar 9,7 puntos, 5,9 asistencias y 13,5 de valoración en la temporada regular. "La función del base es dirigir al equipo y no tanto anotar. A veces anotamos más de lo que debemos pero lo más importante es que el base sepa hacer jugar al equipo", aseguró Huertas al recibir el galardón, sabedor de que destaca tanto por su capacidad tanto para encestar como para distribuir juego.

En la pareja de bases que formará con Víctor Sada, Huertas ocupará el rol más fantasioso y creativo, que hasta ahora desempeñaba Ricky Rubio. En la comparación con el nuevo hombre de Minnesota, Huertas sale vencedor en su relación con el aro, siendo un tirador más fiable que el base de la selección española. Sin embargo, en defensa será Sada -que también se encuentra concentrado a las órdenes de Sergio Scariolo- el que tenga que ponerle piernas e intensidad a la dupla de unos azulgrana, en una combinación que parece bien avenida.

Huertas aterriza en el Barcelona con 28 años, un extenso currículo que incluye la liga brasileña, la italiana -descendió con la Fortitudo de Bolonia en la campaña 2008/2009, el mayor bache de su carrera- y tres equipos ACB (Joventut, Bilbao y Caja Laboral). Para firmar por su cuarto equipo español el camino no ha sido fácil, como ha reconocido el propio jugador tras cerrar un fichaje que se ha cocido a fuego lento. "Nunca he perdido las esperanzas, siempre las he tenido. Ha sido un proceso bastante largo, más de lo que podía esperar, pero lo cierto es que yo tenía contrato con el Baskonia y no era tan fácil la salida", ha explicado el base en la web del Barcelona. Pese a que no se ha hecho público el precio del acuerdo, las cifras que se manejan se sitúan entre 1,5 y 2,5 millones. Cantidad a la que el propio jugador tendría que haber contribuido de su bolsillo y que anticipan el aloto rendimiento que se espera del jugador. "Lo más importante es que estoy aquí ahora", ha sentenciado Huertas. Para sustituir a Ricky Rubio, nada menos.