Indurain vuelve a sus orígenes
El navarro repite la ascensión al Tourmalet que le permitió conquistar su primer Tour hace hoy 20 años
A pocas personas les sienta tan bien el amarillo como a Miguel Indurain. El pentacampeón del Tour de Francia (1991-1995) vistió el maillot de líder de la ronda gala en 56 ocasiones. Pero parece ser que no eran suficientes e Indurain ha decidido hoy volver a vestirlo y de nuevo, rememorar su primer Tour, conseguido el 28 de julio de 1991, hace hoy justo 20 años. En aquella carrera, el navarro, que no se encontraba entre los favoritos, esperó a la 13ª etapa para reventar el Tour. Entre Jaca y Val Louron, Indurain despachó rivales con cierta facilidad, se vistió de amarillo y ya no lo soltó hasta el final de la grande boucle. Hoy, ha regresado a 'su' tierra prometida y ha disfrutado con los que le animaban, los que le vitoreaban hace 20 años a pie de carretera.
En aquella 13ª etapa del Tour del 91, tras la ascensión al Tourmalet, el tercero de los cinco puertos que tenía la brutal etapa de 232 kilómetros, Indurain atacó junto al italiano Chiappucci y juntos coronaron las dos ascensiones que quedaban, el Aspin y Val Louron. Pirineos puros y duros. Ese día Miguel Indurain demostró el ciclista que era. No solo arrasaba contra el crono, sino que imponía un ritmo brutal que ni siquiera los mejores de la época (LeMond, el estilista Fignon o Perico Delgado), podían seguir. "Tranquilo, va como Dios", dijo José Miguel Echávarri, director de Banesto que además era el único valedor del español para ganar el Tour. No falló, Indurain ganó aquella gran vuelta, la primera de las siete que consiguió (cinco Tour y dos Giro).
Este año, dos décadas después y cercano a los 50 de edad, no ha habido escapada ni ataque. Ni ritmo infernal, ni fina y fría estrategia. El trabajo estaba hecho, solo quedaba disfrutar, pues los rivales además, solo eran una grata compañía. "Queríamos que Miguel subiera con nosotros, con los que hemos estado animándole en las carreteras, en la televisión. Era un homenaje que se merecía", decía Biktor Andueza, organizador de la carrera. "Ha sido un gran día, compartir afición con toda esta gente, volver a estos sitios. Ha sido muy emotivo", declaraba el propio Indurain, tras coronar Val Louron, un pequeño monstruo con una pendiente media casi del 7%.
El homenaje de su apadrinada marcha cicloturista (Pirenaica BH) le ha servido a Indurain para volver a la montaña que cimentó su gloria y para demostrar que está en buena forma 15 años después de retirarse. Empezaron el ascenso al Tourmalet a las 9.30 y coronaron a las 11.00. En la cima, a 2.115 metros, estuvieron otra hora haciéndose fotos y recordando aquella gesta. "Hacía cinco años que no subía por este lado del Tourmalet, ha sido bonito repetirlo en esta fecha. Aquí me puse mi primer maillot amarillo", declaraba el navarro tras terminar una etapa de 94 kilómetros y que le ha llevado por tres de los cinco puertos que ascendió aquel 19 de julio de 1991, unas cimas que le ayudaron a romper un Tour, que crearon su leyenda.
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