"Ya era hora de que Uruguay ganara"

Uruguay no hizo concesiones a Paraguay y ya es el país con más títulos de la Copa América (15). La victoria, que pone fin a 16 años de sequía en el torneo, sacó a las calles uruguayas a decenas de miles de hinchas, mientras los protagonistas de la gesta no podían esconder una alegría que se desató nada más pitar el árbitro el final de un partido que ya habían resuelto con dos goles en la primera parte. "Lo importante es que comenzamos muy bien", señaló Luis Suárez, elegido mejor jugador del campeonato -humilde, quiso hacer extensivo el reconocimiento a sus compañeros- y autor del primer gol de la tarde, el cuarto que lograba en el torneo. "Marcar tan pronto influyó mucho", le secundó Diego Forlán, que escogió el mejor escenario posible para poner fin a su sequía anotadora con dos dianas que, además, le convierten en el máximo goleador de la historia de los charrúas (31) junto a Scarone, toda vez que ya es el uruguayo que más veces ha defendido la camiseta celeste (82), por delante de Rodolfo Rodríguez (78).

El delantero del Atlético de Madrid culminó un año mágico con su selección (fue el Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica 2010, en el que Uruguay llegó a las semifinales) y quiso tener un recuerdo para su abuelo y su padre, que también ganaron la Copa América en el pasado: "Significa mucho, que lo ganen tres generaciones es un orgullo para la familia. El apellido Forlán quedará en el recuerdo de esta Copa".

Los tres goles que lograron entre Suárez y Forlán adquieren especial relevancia si se tiene en cuenta que Paraguay no había perdido ningún partido hasta la fecha y que su portería la custodiaba Justo Villar, elegido mejor portero de la Copa América. "Paraguay es un rival muy duro, sabíamos que iba a ser muy complicado", dijo Suárez; "queríamos demostrar que lo del Mundial no fue casualidad, ya era hora de que Uruguay ganara. Se lo merecía este grupo, que lo es dentro y fuera de la cancha". Lo mismo opinó el propio Villar, que no dudó en reconocer el mérito de sus verdugos: "Uruguay es justo vencedor".

Pero si la Copa la han ganado los futbolistas sobre el césped, no ha sido menor el papel del técnico, Óscar Washington Tabárez, el hombre que ha devuelto a su país a la cumbre del fútbol mundial en los dos últimos grandes torneos internacionales. " Se la dedico a quienes obtuvieron las catorce anteriores. Sin ellos no estaríamos aquí", reflexionó Tabárez. Y se centró en su equipo y en el mal papel jugado por favoritos como Brasil y la anfitriona, Argentina. "Para mí, a estas alturas de la historia del fútbol, no hay equipos desprevenidos ni ingenuos y los partidos se ganan con juego", dijo; "pero los equipos favoritos se fueron porque no ganaron, aunque fuera en los penaltis".

En el bando perdedor, a pesar de la derrota, no faltaban razones para felicitarse por el gran torneo realizado. Aunque no ganara ningún partido dentro del tiempo reglamentario, Paraguay alcanzó la final por méritos propios, dejando por el camino a rivales de la talla de Brasil. "Fuimos de más a menos en el torneo", resumió el seleccionador, Gerardo Martino; "Uruguay fue más intensa y con unos delanteros muy buenos. Ha sido muy importante llegar a la final". "En la Copa se ha visto que ya no hay equipos pequeños en América", señaló el atacante paraguayo Nelson Haedo Valdez; "si los grandes se confían, se pueden llevar una sorpresa". Para algunos, pelear por la Copa hasta el final tiene un valor enorme. "Se hizo todo el esfuerzo y no se pudo, pero a la final no llega cualquiera", dijo el medio Enrique Vera. Pero para otros, como el central Paulo da Silva, la final no fue un premio suficiente. "Es como comprar un pastel y no tener la cereza", lamentó. La cereza se la llevaron Luis Suárez y Forlán y, de paso, todo Uruguay.