Otra camiseta para Cáceres
El lateral izquierdo, que ha jugado en seis países desde que salió de Uruguay con 20 años, llega al Mallorca
Hace poco más de un lustro que dejó Uruguay, pero Pablo Cáceres (Montevideo; 1985) ya ha conocido cinco Ligas de dos continentes y con su nuevo equipo, el Mallorca, debutará en la sexta. El carrusel de mudanzas no es ninguna novedad para el nuevo lateral izquierdo de Michael Laudrup: ya vivió algo parecido de la mano de su padre, Gonzalo, un central que, además de llegar a jugar en la selección uruguaya, militó en clubes de su país, de Argentina y de Ecuador.
"Mi padre me inculcó la disciplina profesional, pero en lo deportivo nunca se metió", cuenta Cáceres, que no tardó en destacar en las filas del Danubio, uno de los clubes más importantes de Uruguay. El capitán del equipo, Damián Malrechauffe, coincidió con él en la cantera y también en sus dos etapas en la primera plantilla. "Consiguió subir a Primera División siendo más joven que la mayoría", explica para este diario. Su progresión fue tal que, con 19 años, unos ojeadores holandeses que fueron a ver a su compañero Bruno Silva (Ajax) para el Groningen y acabaron llevándole a él al Twente.
Además de en Holanda, en los años siguientes jugó en el Duisburgo, alemán, con el que logró ascender a la Bundesliga, el Omonia de Nicosia, chipriota, de nuevo el Danubio y el Tigre, argentino, desde el que ha desembarcado en España. "El holandés es el fútbol que más se parece al español", explica; "el alemán es muy rígido y en el argentino tienes que estar muy atento a las individualidades. De todos he aprendido algo".
Cáceres sabe que sus mejores cualidades son las defensivas, pero avisa de que le encanta subir al ataque siempre que puede. "Tiene mucha personalidad", le define Malrechauffe; "sabe lo que hace y siempre rinde al máximo". Su excompañero cree que todas las experiencias que ha vivido le han hecho crecer y que está preparado para asentarse en la Liga. "En Uruguay estaba en el Danubio por algo, era uno de los líderes", explica, "no siente la presión, no le va a quedar grande ninguna camiseta".
Al aterrizar, Cáceres aseguró que llegaba a un "club importante a nivel mundial". A pesar de toda su experiencia, el Mallorca, precavido, le ha contratado solo por un año (aunque con opción a renovar por dos). Él mismo ha reconocido que el fútbol español es "un poco más rápido" de lo que está acostumbrado y que deberá adaptarse en la pretemporada. Quiere, en el fondo, que esta nueva camiseta le siente como un guante.
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