Un triunfo con doble dedicatoria

El vencedor de la primera etapa de montaña de este Tour, el portugués Rui Costa, estaba exultante. "Ha sido mi victoria más importante", ha asegurado el ciclista del Movistar; "le dedico este triunfo a todos aquellos que me han apoyado, en especial a dos compañeros: Xavi Tondo, que falleció en mayo, y a Mauricio Soler, que sigue en el hospital". El colombiano Soler acaba de salir, en Suiza, de un coma inducido en el que llevaba casi un mes tras sufrir una fuerte caída en la ronda helvética y hoy ha sido trasladado a un centro en Pamplona.

La alegría de Costa parecía contagiosa, pues nadie en el pelotón se enzarzó en acusaciones o palabras altisonantes, como en los días anteriores, cuando los sprinters peleaban en los últimos metros y hasta bajados de la bicicleta. Incluso Alexandre Vinokurov (Astana), que intentó conseguir la victoria pero que fue neutralizado a pocos metros de la meta, puso un pero a su día. "Todo el mundo sabe que he venido a intentar conseguir una victoria de etapa y un maillot. Hoy me voy sin lo uno ni lo otro; si no lo intentas, nunca lo conseguirás", ha dicho el líder del Astana, que ha asegurado que no cejará en su empeño de intentar vestirse de amarillo unos días. Ese es el objetivo de Cadel Evans. "Thor escala bien para un tipo de su estatura ¿hey?", dijo en su Twitter, consciente de que Hushvod solo le saca un segundo en la general, con el maillot amarillo en mente.

Un objetivo, el de acabar en lo alto del cajón al final del Tour, que también persigue Contador. Pero no tiene prisa, como aclaró con sus palabras al referirse a las primeras jornadas de alta montaña, que llegan el jueves: "No hay que obsesionarse con los Pirineos porque serán más decisivas las de los Alpes".