Un técnico con botas

Edu Oriol (Cambrils, Tarragona; 1986) es un futbolista distinto. A sus 24 años, se acaba de sacar el carné de entrenador de Primera División, por el que llevaba luchando más de tres años. "Tenía que ir a clase todos los días de dos a ocho de la tarde. Muchas veces, salía de entrenar a las 13.30 y no me daba tiempo ni a comer, pero no importa. Es algo que quería hacer porque me conviene para el futuro", explica. Al margen de las cualidades que pueda desarrollar en los banquillos en el futuro, Oriol demostró la temporada pasada, en las filas del Barcelona B, que es capaz de destacar sobe la hierba. Se trabajó la titularidad, acabó disputando 31 partidos y marcó seis goles. Aunque asegura que siempre ha jugado de extremo, demostró ser muy válido también como lateral. Ahora hará gala de su polivalencia en el Zaragoza, club que le ha fichado por tres temporadas tras terminar contrato con el filial azulgrana.

"Es muy rápido, posee un gran desborde en carrera y sale muy bien del regate por fuera y por dentro", explica Natxo González, su entrenador en el Reus y en el Sant Andreu. El técnico subraya, además, la importancia de su carácter: "Tiene una personalidad muy fuerte que le permite desenvolverse en cualquier situación. No le va a asustar lo que va a vivir en Primera". Tampoco le importó aceptar el reto que Luis Enrique, el técnico del Barcelona B la pasada campaña, que le propuso jugar más retrasado de lo que en él era habitual. "Los jugadores de banda se pueden adaptar a cualquier lugar de ese carril. Eso sí, Edu destaca más por su faceta ofensiva, aunque defensivamente siempre ha sido muy aplicado", explica González. El futbolista lo tiene claro: "Siempre he jugado en ambas bandas, pero adelantado. En el Barcelona, los laterales se incorporan al ataque, así que también me utilizaron en esa posición. En el Zaragoza, jugaré en el puesto en el que sea más útil". Como entrenador, indica que sus referentes, al margen de Luis Enrique, son Mourinho y Guardiola. "Uno porque es el rey de los títulos y el otro por su manera de entender el fútbol", explica.

Oriol reconoce que su fichaje por el club maño es un paso importante en su carrera. "Es una ilusión y una satisfacción máxima porque supone llegar a Primera en un equipo histórico". Esta temporada, además, podría enfrentarse a su hermano gemelo, Joan Oriol, que juega en el Villarreal y con el que compartió equipos durante 15 años. "Estamos muy unidos. Nos llamamos cuatro o cinco veces al día y nos vemos siempre que podemos", explica Edu. Joan no escatima elogios hacia su hermano. "Tiene mucha calidad humana, hace mucho grupo, es muy amigo de sus amigos y es muy extrovertido y bromista. Como futbolista, tiene mucha velocidad, le gusta mucho el uno contra uno y su paso por el Barcelona le ha hecho crecer mucho", explica, a la vez que aclara que a él los banquillos no le atraen tanto como a Edu: "No lo descarto, pero tengo otras preferencias, como hacer cursos de inglés o sacarme el grado de Administración y Finanzas". Para entrenar ya está su hermano.