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"Simoncelli no tiene nada en la cabeza, solo pelo"

Dani Pedrosa regresa a los circuitos después de que un choque con el italiano le dejara fuera de las últimas tres carreras

En su regreso a los circuitos, tras cuatro ceros y tres fines de semana viendo las carreras por la tele, tirado en el sofá, Dani Pedrosa toma asiento en la sala de conferencias del circuito de Mugello. A su derecha, Casey Stoner, su compañero de equipo y aspirante al título, como lo era él antes de ver truncada una temporada más. A su izquierda, Marco Simoncelli, el hombre cuya precipitación provocó otra visita del español al hospital. Pedrosa inicia su discurso y el italiano mira al frente, serio, el rostro hierático. "Es raro estar en casa el domingo cuando todo el mundo está corriendo. Han sido unos días duros, pero ya ha pasado. Debes recuperarte anímicamente, porque es fácil entrar en una espiral negativa", dice. Entonces, llegan las preguntas sobre el choque con el piloto que sigue, impasible, a su izquierda, a escasos centímetros. "Me resulta increíble que todavía quede alguna duda respecto a cuál es mi opinión sobre cómo se comporta en la pista. En Estoril se reía cuando se habló de su estilo agresivo y bromeaba sobre que habría que arrestarle; pues sí, creo que alguien debería arrestarle. No tiene nada en la cabeza más que pelo".

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Cuando le toca el turno a Simoncelli, inmediatamente después, el italiano, simplemente, evita la polémica. "Creo que es mejor no hablar con él ni con su representante", apunta. Pedrosa asiste a la declaración con la cabeza agachada, la gorra tapando completamente su cara. "Me gusta Pedrosa porque solo habla en la pista", había dicho Simoncelli en Estoril, cuando todo no había hecho más que empezar. En Mugello, claro, el español habla también ante los micrófonos. Y no se esconde. Se queja el italiano de que le pidió perdón a través de un mensaje y de que nunca recibió respuesta; de que le ha dado la mano un mes y medio después y no la ha aceptado. "No se trata de la palabra perdón, sino de que el que pide perdón lo sienta o no, y esta persona no siente nada. Pero no se puede hacer nada, de donde no hay no se puede sacar", espeta Pedrosa.

"No hay que dramatizar", conviene, aún así, el español. "Lo peor es que el accidente y la lesión me ocurrieron a mitad de temporada. Y sí, me llevé un chasco muy grande en el momento en que me caí. No lo encontraba justo. Sobre todo porque mis últimas dos caídas fueron, primero culpa de la moto, y la última, porque otro piloto me tiró". Simoncelli sigue excusándose. Especialmente porque la semana pasada en la carrera en Assen tiró a otro piloto, Jorge Lorenzo. Sin embargo, cree sufrir un linchamiento injusto: "Cometí un error, pero el primero que no quiere hacerlo soy yo. No veo el momento de entrar en pista, dejar de hablar y hacer lo que más me gusta, que es ir en moto".

"Su actitud nos está afectando a todos. Solo espero que a partir de esta carrera cambie su manera de afrontar cada prueba. Él es el único que adelanta de esa manera, tan agresivo, tan al límite, es por eso que en la mayoría de ocasiones ocurre algo, y las consecuencias fatales son las lesiones", apunta Jorge Lorenzo, a quien todavía le dura el enfado. "Es obvio que no hace las cosas bien: lleva siete carreras y seis accidentes. Me gustaría que se tranquilizara un poco". "Si se pasara tres domingos seguidos en casa se daría cuenta; si saliera tres carreras seguidas desde el pasillo de garajes pensaría 'qué estoy haciendo aquí' y a la próxima se lo pensaría dos veces", defiende Pedrosa, opinión que comparte Lorenzo, que últimamente recuerda que después de ser sancionado tras el GP de Japón en 2005, él sí aprendió la lección.

Pedrosa, que dice que no ha tocado una moto desde que se fue al suelo tras aquél fatídico choque con Simoncelli en Le Mans, explica, aún así optimista y contento, que se encuentra bien: "Me siento bastante mejor, claro que pilotar una moto al máximo es otra cosa. Todavía no tengo el hueso soldado por completo, pero si el dolor aguanta lo haré bien". Él y su clavícula, que han soportado tres operaciones en tres meses, podrán comprobarlo este viernes en un circuito en el que ya ganó el año pasado.

Pedrosa y Simoncelli, durante la rueda de prensa de Mungello.
Pedrosa y Simoncelli, durante la rueda de prensa de Mungello.MIRCO LAZZARI (GETTY IMAGES)

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