El regreso del espía
El ingeniero Mike Coughlan desembarca en Williams tras ser protagonista en McLaren del caso de espionaje a Ferrari en 2007
Mike Coughlan, el gran protagonista del caso de espionaje de McLaren a Ferrari en 2007, que le costó a la escudería británica una multa de 70 millones de euros y la descalificación del Mundial de constructores, regresa a la F-1 tras cumplir la sanción de dos años de ausencia que le impuso el Consejo Mundial de la FIA. Coughlan pisó el lunes por primera vez la sede de la escudería Williams, en la que va a trabajar como director técnico en sustitución del ya destituido Sam Michael que, sin embargo, acabará el año en el equipo.
La figura de Coughlan, un ingeniero importante en la cúpula de McLaren, adquirió un protagonismo inusitado en 2007, cuando se descubrió que disponía de un dossier de más de 80 páginas con todo tipo de detalles técnicos del monoplaza de Ferrari. La información se la había facilitado Nigel Stepney, tras haberse reunido con él en varias ocasiones.
Coughlan aceptó el dossier y el equipo dispuso de un nivel de información sobre su rival que les daba una ventaja enorme. El británico declaró que no había pasado información al equipo, pero el Consejo Mundial estimó que McLaren tenía conocimiento de los detalles técnicos del Ferrari y que, por tanto, era culpable de espionaje. Coughlan y Stepney fueron sancionados por dos años en los que no pudieron participar en ninguna competición organizada por la FIA.
Cumplida la sanción, Coughlan recibió el pasado mes de mayo una oferta de Williams para incorporarse al equipo como director técnico. Frank Williams no tuvo reparos en abrirle las puertas de su escudería, descontento como estaba del último fracaso de Sam Michael. "Todo aquello cambió mi vida y me hizo reflexionar sobre mi mismo y mis actos", ha confesado esta mañana Coughlan, en una entrevista a Autosport. "Tener que alejarme del deporte que más quiero y ver luego las consecuencias de mi acción en el equipo y en los miles de aficionados que seguían a la escudería fue devastador para mí".
"Por eso, ahora me siento muy honrado por poder regresar a la F-1 en un equipo tan histórico y competitivo como Williams", ha agregado Coughlan. "Lo único que ahora quiero es trabajar duramente para tratar de ganarme mi puesto en la F-1. Y estoy determinado a lograrlo en Williams. Sin embargo, lo primero que quiero hacer en mi regreso es pedir disculpas a todos aquellos que se vieron afectados por mis actos, tanto a la gente de McLaren como a la de Ferrari y a todos los seguidores de los dos equipos. Sinceramente, me arrepiento de lo que hice y afirmo que no volverá a repetirse".
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