Piqué: "Es un momento único, tenemos que disfrutarlo"

Gerard Piqué, defensa del Barcelona, ha asegurado que es hora de disfrutar de los buenos tiempos de su equipo, que mañana tendrá la posibilidad de alzar su cuarta Champions si vence en la final de Wembley al Manchester United. "Es un momento único que otros en la historia del club no han experimentado. Tenemos que poner una sonrisa en nuestra cara y disfrutar de nuestra vida, que está siendo fenomenal", ha destacado el central, que cuenta en su expediente con dos Copas de Europa -una con los diablos y otra de azulgrana- en una entrevista concedida a la web de la UEFA.

Piqué, de 24 años, también analiza a sus compañeros de equipo. El defensa tiene palabras especialmente elogiosas para Messi, al que conoce desde que tenía 13 años. "Es el mejor que hay. Ya está entre los mejores de la historia del fútbol y todavía le queda mucho. Es una persona encantadora. Siendo el mejor podría comportarse de una manera distinta, pero es alguien encantador que crea un gran ambiente", asegura. También reciben alabanzas Xavi, el jugador "más influyente del fútbol español", y Andrés Iniesta, un futbolista "simplemente mágico" y, "como persona, un diez", remata.

Abidal, que en marzo fue operado de un tumor en el hígado, tampoco escapa a sus elogios. "Su regreso fue muy emotivo. Cuando nos dieron la noticia de que estaba enfermo fue un golpe muy duro. Es una estrella como persona", subraya. De Puyol, su principal aliado en la defensa azulgrana, destaca su lucha. "Un día ganando 5-0 o 6-0 me echó la bronca por algo. No logré despejar el balón y me decía: 'No estás centrado y no estás teniendo cuidado'. Era el minuto 90", recuerda.

Bien parado sale otro de los pesos pesados del vestuario, el guardameta Víctor Valdés. Según Piqué, "el número uno bajo los palos. Es el mejor portero para el estilo del Barça. Con los pies es un fenómeno, y las dos o tres veces que nuestros rivales se acercan con peligro siempre nos salva. Gana muchos puntos", zanja el zaguero, al que mañana le tocará lidiar con artilleros de la talla de Rooney o Chicharito.