"Es mi último partido en el Calderón"

Serio y tranquilo, Quique Sánchez Flores se ha despedido está mañana del Atlético de Madrid. "Mañana", ha declarado "será un día especial porque es mi último partido en el Calderón". El equipo madrileño, que persigue una plaza en la Liga Europa, se enfrenta al Hércules. Después viajará a Mallorca y Quique se sentará por última vez en el banquillo rojiblanco.

El técnico ha querido explicar con una metáfora la situación del club, de los futbolistas y la suya propia: "Durante todo el año, hay vagones que siguen la línea marcada, y otros que descarrilan y pierden la ruta. Pero el tren no se detiene, es algo que llevo aplicando ocho años. El tren no se detiene ante nada ni ante nadie".

Sobre Forlán, con quien ha mantenido un tira y afloja durante el curso y que se ha acrecentado en las últimas fechas al apartar de la titularidad al delantero, ha señalado que es "una marcianada" decir que se habían pegado. "Quién conoce la educación de Forlán y la mía es impensable que escriba eso. No hemos pasado de otra cosa que no sea una discusión. Se han escrito barbaridades". Y ha ampliado: "Tomo las decisiones a partir de la disponibilidad y el rendimiento de los jugadores. Decisiones que creo que son justas para el grupo. El grupo me respeta por la justicia que impongo".

La despedida de Quique estaba anunciada. Desde los despachos querían sustituirlo tras las derrotas ante el Athletic y el Valencia. Con Forlán la situación había explotado. Y aunque el técnico, que llegó al equipo madrileño en la temporada 2009 y ha ganado una Liga Europa y una Supercopa, contaba con el apoyo incondicional del Calderón, se despide de ellos mañana.