"¡No os fiéis de Lucescu!"

"Os dije que iba a ser difícil, ¿no? Pero, como sois muy listos, no me creísteis. Pues ya lo habéis visto", dijo desafiante Pep Guardiola después de que el Barcelona goleara al Shakhtar. "Y ahora diréis que la eliminatoria está decidida", aventuró. "No, lo dice Lucescu", se le replicó. "¡Uy Lucescu!", exclamó. "¡No os fiéis de Lucescu! ¡Por algo le llaman Furbescu!", añadió entre risas recordando el apelativo que el técnico rumano se ganó durante sus años en Italia, en el banquillo del Brescia, por su capacidad y pillería para complicar la vida a los adversarios con sus planteamientos.

"Nos conviene ser muy prudentes. No porque yo lo diga, sino porque hemos visto un muy buen equipo", razonó Guardiola, que felicitó a sus jugadores por su esfuerzo y su empeño en sacar el partido adelante. "No es fácil meter mano a este equipo", aseguró en referencia al rival ucranio. "Nos ha hecho correr mucho porque tiene jugadores muy rápidos y porque ha jugado muy bien", convino antes de asumir que el resultado no hizo justicia a los méritos del contrincante.

Guardiola se mostró especialmente cariñoso con Messi, al que señaló como principal culpable de la goleada del Barcelona. "No ha marcado, pero, como en los últimos dos partidos en los que no lo ha hecho, contra el Madrid y el Espanyol, nos ha vuelto a ganar el encuentro él solo". En esas contiendas, el Barça marcó cinco goles. Y, como ayer, según dijo, Messi se echó el equipo a la espalda y lideró la victoria pese a no llevar el balón a la red. Según él, eso a La Pulga tampoco le importa tanto: "Está muy contento. Se enfada cuando pierde un partido de entrenamiento, pero no cuando gana, aunque no marque".

Antes de abandonar la sala de prensa con una expresiva sonrisa -"si hoy no estoy contento, mejor lo dejo", comentó-, Guardiola recordó que lo más importante en estos momentos es ganar al Almería: "Estando con ocho puntos de ventaja, no podemos ir al Bernabéu con cinco". Para ese partido es duda Pinto, que ayer se torció un tobillo en el entrenamiento matinal. Su puesto en el banquillo lo ocupó Miño, el cancerbero del filial. Ocurre que Valdés deberá cumplir un partido de sanción precisamente con ocasión del compromiso contra el Almería. En consecuencia, si no se recupera Pinto, es probable que Miño sea el portero titular frente al equipo andaluz.

"Hemos cometido errores de niños. El resultado lo refleja", admitió Mircea Lucescu, contrariado porque su equipo no estuvo a la altura. "Nosotros perdimos el partido y, con una derrota como esta, la eliminatoria está terminada", aseguró. Acto seguido, elogió al Barcelona: "Es una máquina de competir. No hay un equipo capaz de ganar al Barça ahora mismo, pero en el futuro crecerá alguno", vaticinó. "Sabe aprovechar los errores del rival muy bien. Los otros tienen miedo de atacarle. Nosotros no lo tuvimos, pero cometimos errores de niños y lo pagamos", insistió el veterano preparador. "El Barça es el mejor equipo de la historia del fútbol y ganará, seguro, la Champions", abundó Srna, el capitán del cuadro ucranio.

"No está todo hecho", le contradijo Keita; "ellos son muy técnicos y peligrosos. Estábamos avisados para la ida y lo estamos también para la vuelta". Keita dedicó el gol y la victoria a su compañero Abidal, que fue operado hace tres semanas de un tumor en el higado. Acabado el encuentro, se quitó la zamarra azulgrana para dejar ver otra con la inscripción, en francés: "Va por ti, amigo. Vuelve rápido. Te necesitamos".

"Son buenos, veloces y peligrosos. El resultado da mucha tranquilidad, pero no resuelve la eliminatoria. Empiezas mal el partido y son capaces de meterte un par de goles rápidamente, como nos pasó contra el Betis", reiteró Piqué recordando una eliminatoria de la Copa del Rey de esta misma temporada y en la que, tras ganar el Barça por 5-1 en la ida, perdió por 3-1 en el campo del conjunto bético.

También Adriano, al que se le subieron los gemelos y tuvo que pedir el cambio, se sabía el discurso. "Hemos sufrido y queda un segundo partido en un campo en el que no ha ganado nadie", recordó. Tampoco nadie le había metido cinco goles al Shakhtar en la Champions.