El día y la hora de Wenger

Alex McLeish, técnico del Birmingham, se ha reunido con sus jugadores por separado varias veces durante la semana. Pero ha exigido absoluta normalidad, por más que los nervios hagan presencia y que la afición rebuscara por todas partes alguna entrada para la final de la Carling Cup, único trofeo que atesora el club (1963). Al Arsenal, el rival de esta tarde en la final que se disputa en Wembley (17.00, Canal+), le acompañan muchas más copas. Pero desde 2005 no saborea el triunfo definitivo -y en Inglaterra solo la final de la FA Cup ante el Chelsea de 2007-, algo que incluso llegó a poner en entredicho la tan elogiada filosofía de fútbol de Arsène Wenger, de juventud y toque. "Ha llegado la hora de ganar títulos", señaló el entrenador gunner al arrancar el curso.

Sin los lesionados Cesc y Walcott, el Arsenal sigue como claro favorito en todas las casas de apuestas británicas. Su temporada no admite por el momento discusión, segundo en la Premier a cuatro puntos del Manchester United -ayer venció por 0-4 al Wigan-, en el desempate de los octavos de final de la FA Cup frente al Leyton Orient, y a la espera de resolver el duelo de octavos de la Champions con el Barcelona, tras el 2-1 del Emirates. Pero toca reafirmar el fútbol con laureles.

El Birmingham tiene más problemas, a pesar de estar en los cuartos de la FA Cup contra el Bolton. Se pelea por no descender de categoría y para el decisivo duelo de hoy no puede contar con Bentley, fichaje estrella de invierno que ya participó en la competición con el Tottenham. Pero sí estarán el efervescente portero Foster, el interior Larsson y el ariete Zigic. Tres serias amenazas para Wenger y su sequía de títulos.