Anelka da la bienvenida a Torres
El Chelsea gana en Copenhague con dos goles del delantero francés
Desatado Anelka, Torres encontró el camino despejado para desplegar su fútbol de potencia en carrera, amagos y tiros cruzados. Se quedó a un palmo de marcar en un puñado de ocasiones, pero se entendió con el francés y participó intensamente en los ataques de los blues. Después de mucho tiempo de más pena que gloria, el delantero español estuvo fluido en casi todas sus acciones: solo la suerte le dio la espalda.
El Chelsea tocó más de lo habitual y ensayó un contragolpe muy afilado aprovechando la velocidad de Torres y de Anelka. Sacrificado al banquillo Drogba, cuajó la apuesta atacante de Ancelotti. El costamarfileño entró por Anelka en el último tramo y lo primero que hizo fue convertirse en asistente de Torres: tras su pase en profundidad, El Niño remató demasiado suave. Era su sino en la noche de Copenhague: crear mucho sin definir nada.
Copenhague 0-2 Real Madrid
Copenhague: Wiland; Pospech, Antonsson, Zanka, Wendt (Bengtsson, min. 75); Bolaños, Kvist, Claudemir, Groenkjaer (Zohore, min.- 87); Santín (Vingaard, min. 46), N'Doye.
Chelsea: Cech, Ivanovic, A. Cole, Bosingwa, Terry, Ramires, Essien, Lampard, Malouda (Zhirkov, min. 85), Torres (Kalou, min. 90), Anelka (Drogba, min. 73).
Goles: 0-1, min. 17, Anelka; 0-2, min. 54, Anelka.
Árbitro: Bjoern Kuipers (Holanda). Amonestó con tarjeta amarilla, por el Copenhague, a Zanka y Pospech; por el Chelsea, a Torres, Malouda y a Terry.
Incidencias: Partido disputado en el Parken de Copenhague ante 36.700 espectadores (lleno). EFE
A partir de una alineación más racional, con un 4-4-2, el Chelsea se liberó y Torres empezó a sentirse a gusto en su nuevo equipo después de dos intentos fallidos. El Niño arrancó con dos meritorios pases para entrar en la contienda. Después desbordó a un defensa dentro del área y su tiro con la puntera izquierda se estrelló en la pierna del portero Wiland.
Estaba enchufado Torres e incluso recibió una tarjeta amarilla cuando bajó a cortar una contra danesa y le dio una patada al constarricense Bolaños. Torres dio la impresión de mezclar bien con Anelka, que estuvo espléndido. El francés rompió al Copenhague con un gol muy típico suyo: un latigazo cruzado desde la parte derecha de la frontal (m. 17).
Puesto que ni siquiera había disparado a puerta en toda la primera parte, el Copenhague sacrificó a su delantero Santin en favor de Vingaard, que remató en el inicio de la reanudación. Lampard apagó las ínfulas danesas con un pase maravilloso, con la izquierda tras una media vuelta, que Anelka resolvió con otro disparo en diagonal desde una posición parecida a la del primer gol (m. 53). Se picó Torres y, tras un par de espléndidos amagos, su tiro con la izquierda volvió a toparse con un paradón de Wiland. Las piernas y los brazos del portero y de los zagueros impidieron que El Niño firmara su primera gran noche como delantero blue.
Pero Ancelotti puede estar contento. Al tercer intento le ha encontrado acomodo al atacante español. Cuatro centrocampistas por detrás: sobresaliendo Essien, como siempre, en la recuperación, y, cómo no, la visión de juego de Lampard, que llega cada vez más en pequeñas dosis; y, a su vera, Anelka, como el acompañante perfecto para que el Chelsea vuelva a sentirse un conjunto poderoso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.